El “Hombre de Pekín” (“Homo erectus pekinensis”) es 200.000 años más viejo de lo que se pensaba hasta ahora. Unas nuevas técnicas de datación de los sedimentos que rodeaban los fósiles y utensilios de piedra han determinado que los restos de esta especie, encontrada en los años 30 al norte de China, son de hace unos 750.000 años.
El nuevo estudio, publicado en 'Nature', ha sido realizado por un equipo de investigadores, del que forman parten el chino Guanjun Shen y por Darryl E. Granger, de la Universidad de Purdue (Indiana).
Han utilizado para ello una técnica que se basa en núclidos cosmogénicos. José María Parés, del Centro Nacional de Evolución Humana (CENIEH) recuerda que es el mismo método utilizado en la Sima del Elefante en Atapuerca para datar fósiles de hace 1,3 millones de años.
Consiste en medir la degradación de los isótopos de aluminio y berilio en granos de cuarzo. Los isótopos se desarrollan por la acción de rayos cosmogénicos y, al ser enterrados, se van desintegrando de forma natural a lo largo de miles de años. "Este método permite hacer dataciones de hasta cinco millones de años", explica el experto.
La historia del “Hombre de Pekín” está marcada por la leyenda. Los primeros dientes los encontró un científico sueco en un mercado de Zhoukoudian, cuando trataban de vendérselos como dientes de dragón. Corría el año 1921 y hasta 1937 se excavó en el yacimiento a pico y pala, provocando un destrozo que hacía difícil sacar más información.
Cuando se publicó en 'Nature', la especie se presentó como el 'eslabón perdido' que justificaba la teoría de la evolución de Darwin. En total, se desenterraron fósiles de más de 40 individuos.
Con la ocupación de Pekín, durante la II Guerra Mundial, los hallazgos se enviaron a Estados Unidos para protegerlos de la invasión japonesa, pero nunca llegaron a su destino. Unos creen que se hundieron en el Pacífico, otros que se los quedó un grupo de marines. Todo ello ha dificultado el estudio del “Homo erectus pekinensis”, si bien se sabe que su capacidad craneal era un 80% la del “Homo sapiens”.
El nuevo estudio demuestra ahora que los homínidos habitaron en Asia durante los períodos glaciares e interglaciares, soportando las extremas temperaturas de la época. No obstante, éstos no son los restos más antiguos encontrados en Asia.
En todo caso, para el paleontólogo Manuel Domínguez Rodrigo, de la Universidad Complutense de Madrid, la nueva datación «no supone ningún descubrimiento revolucionario» en relación con la evolución humana.
Fuente:
El Mundo