Cabañeros es un lugar sorprendente, salvado in extremis de convertirse en el mayor campo de tiro (bombardeo aéreo) de España, que además pretendía ser usado por la OTAN, se salvó en el último momento gracias a presión social, por una vez se impuso el sentido común…en este lugar lince ibérico y águila imperial disfrutan de la compañía de estas especies de moscas descubiertas ahora por la ciencia.
Estudios realizados por entomólogos del Centro Iberoamericano de la Biodiversidad (CIBIO), de la Universidad de Alicante, han permitido descubrir en el Parque Nacional de Cabañeros nuevas especies de insectos para la ciencia, hasta ahora desconocidas para investigadores y científicos.
Los estudios, que se enmarcan dentro de un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Medio Ambiente, dentro del Programa Nacional de Parques Nacionales, se han centrado en conocer la biodiversidad entomológica de este área protegida, con la intención de aportar datos que fuesen útiles para su conservación y gestión.
El estudio abordado en su tesis doctoral por el entomólogo Antonio Ricarte, junto con los realizados por otros investigadores del CIBIO, han permitido el descubrimiento de nuevas especies de sírfidos, unos insectos que resultan muy característicos porque pese a tener cierto parecido con las avispas, abejas o abejorros, en realidad son un tipo de moscas, con dos alas, incapaces de producir picaduras.
Estos insectos cuentan además con la particularidad de tener un vuelo cernido, que les permite ser capaces de quedarse quietos en el aire mientras vuelan.
Entre las especies descubiertas, cabe destacar dos de ellas, la conocida como 'Merodon cabanerensis', dedicada al Parque Nacional de Cabañeros, ya que hasta el momento sólo se conoce en este espacio protegido, y la 'Merodon antonioi', dedicada a su recolector, Antonio Ricarte.
Este investigador, que forma parte del grupo de investigación que dirige la doctora María Ángeles Marcos, responsable del proyecto, ha realizado sus estudios durante los cuatro años que ha dedicado a la realización de su tesis doctoral gracias al disfrute de una beca predoctoral del Ministerio de Educación y Ciencia.
Esta tesis también ha permitido inventariar en el Parque Nacional de Cabañeros un total de 109 especies de sírfidos, entre las que un buen número de ellas han resultado ser nuevas para la Península Ibérica, e incluso para Europa.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/02/ciencia/1225642913.html