Idoia Rosales, investigadora del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), ha sido su descubridora, junto con María Najarro, que prepara su tesis doctoral. "Íbamos marcando estratos rocosos y llegamos aquí", dice señalando la cuneta de la carretera recién abierta, "donde comenzó a salir el ámbar en gran cantidad. Cada vez más". La sedimentóloga avisó al IGME y sus especialistas le confirmaron que el descubrimiento era excepcional.
Acababa de descubrir el mayor yacimiento europeo de ámbar del Cretácico, con las mejores bioinclusiones halladas hasta el momento y una fuente inagotable de conocimientos de nuestro pasado.
No sólo se trata de un ámbar de color púrpura inédito hasta ahora, sino que en sólo cuatro días de laboratorio han descubierto siete nuevas especies de insectos. "Cuando logremos analizar el material sladrán un centenar de nuevas especie", declaró Enrique Peñalver, paleontólogo del IGME, una institución dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.
El yacimiento fue presentado públicamente por los investigadores, el consejero de Cultura de Cantabria, José Francisco López Marcano, y el director de la empresa que explota actualmente las minas de El Soplao como parque temático, ya visitado por un millón de personas.
Hace 110 millones de años, las exudaciones de resina de las coníferas que crecían en las tierras emergidas se calentaron súbitamente con esos fuegos, y en su caída hacia la tierra atraparon numerosos insectos que hoy se pueden ver en fragmentos de ámbar recién recuperados.
La comarca donde esto sucedió, cuando los dinosaurios dominaban el territorio y los insectos comenzaron su labor de dispersión del polen y por lo tanto empezaron a fecundar de flores la Tierra, se llama El Soplao. Su nombre viene de las corrientes de aire que los mineros del plomo provocaban cada vez que perforaban y comunicaban las cavidades subterráneas.
Existen otros yacimientos de ámbar en el mundo. Los hay en Oriente Medio (Líbano, Israel y Jordania), al oeste de Francia, al sur de Inglaterra y en el noreste de España, pero muchos de ellos no tienen inclusiones de artrópodos y el yacimiento de El Soplao presenta unas dimensiones y una cantidad, variedad y calidad de piezas de ámbar azul púrpura con artrópodos que ya se ha desmarcado como el más importante de Europa a la espera de iniciar el estudio de las muestras recogidas durante la primera campaña de excavación.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/04/ciencia/1225815454.html