En el año 2000 fue descubierto en la región de Gona, en Etiopía, una pelvis que perteneció a una hembra de 'Homo erectus', este género habitó la tierra desde hace 1,8 millones hasta hace unos 160.000 años.
Comparación entre la pelvis de Lucy (izquierda) con la encontrada en Gona (centro) y la de un humano moderno (derecha). (Foto: 'Science')Los investigadores revelan hoy, en la revista 'Science', que
el tamaño del cerebro del feto era más grande que el de los homininos anteriores, como el 'Homo habilis', y que los 'H. erectus' no fueron tan esbeltos como se les imaginaba, una tesis que ya en 1994 defendieron los paleontólogos españoles de Atapuerca (Burgos)y ahora parece confirmarse.
Es decir, que no hubo una adaptación a un clima tropical ni a la necesidad de una mayor resistencia para correr, que facilitan unas piernas más largas.
Más bien, parece que eran rechonchos, anchos y bajos, muy parecidos a los 'H. heildebergensis' de hace 800.000 años encontrados en los yacimientos de Atapuerca (Homo antecessor), y antepasados de los neandertales.Han tenido que pasar varios años para que finalmente viera la luz el análisis de la pelvis y una vértebra lumbar encontrada en Gona, en un área desértica que en el Pleistoceno era un pantano próximo a una pradera.
El cerebro del 'Homo erectus' se desarrollaba más lento que el de otros primates pero nacían con mas capaidades que los niños actuales.Los paleontólogos norteamericanos, dirigidos por Scott W. Simpson, de la Universidad de Cleveland (EE. UU.), han reconstruido en alta resolución las partes que faltaban en la pelvis para concluir que su canal para el parto era más grande de lo que previamente se pensaba hasta ahora.
El investigador español Manuel Domínguez-Rodrigo, de la Universidad Complutense, que ha trabajado con el equipo que encontró la pelvis en Etiopía, afirma que este fósil
«demuestra que las hembras de esta especie no podían acomodar fetos de un 40% o un 50% del tamaño de los cerebros adultos, por lo que el inicio del proceso de un desarrollo lento y prolongado, como es el del humano actual, se retrotrae a hace 1,5 millones de años».Eso no quiere decir que las crías fueran indefensas durante tanto tiempo como los niños de nuestra especie, puesto que su cerebro ya era bastante grande pero si indica que su desarrollo era más lento que el de los chimpancés y otros primates". Según el estudio, era un 30% mayor de lo que se pensaba antes de este hallazgo.
Otro rasgo importante de la pelvis es su acetábulo, el hueco en la pelvis en el que se coloca la cabeza del fémur.
El fósil indica que era más pequeño que lo que se creía y eso quiere decir que la homínida en cuestión media únicamente entre 1,2 y 1,46 metros, muy lejos del 1,8 que se atribuía a sus congéneres varones.
Hay que recordar que las estimaciones anteriores se basaban principalmente en los fósiles del 'H. erectus' del famoso Niño de Turkana, unos restos de un varón de unos 11 años encontrados en Kenia en 1985.
Fue el estudio de esos huesos lo que determinó el aspecto de la especie. Todas las teorías se construyeron sobre la apariencia de ese cuerpo larguirucho y ágil, pero a esa edad su crecimiento ya había terminado o estaba a punto de hacerlo.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/11/13/ciencia/1226596679.html