Este Delfín Mular de más de 400 kilos de peso y 25 años de edad, fue avistado por primera vez en aguas de Ribeira (A Coruña), el pasado 4 de enero de 2008 “Tenemos un delfín mular que está tonto”, alertaba Salvamento Marítimo a los especiealestas del Gremmar, (Grupo de Rescate de Mamíferos Marinos). Al llegar al muelle unas 200 personas estaban mirando al agua mirando al delfín que al pasar una embarcación nadaba pegado a la turbina. Si le tiraban un cabo , lo devolvía. Le pusieron de nombre Gaspar por la fecha cercana a Reyes en que fue encontrado.
El delfín tenía una historia y es la siguiente, su verdadero nombre es Takuma y servía en el MK-6, la unidadde cetáceos especializada en la protección de puertos. Es un producto del programa militar americano, capturado muy joven en el océano. La web del USNMP miente cuando dice que sólo utilizan delfines nacidos en cautividad. “Cuando un delfín nace en cuatividad, lo raro no sería adistrarlo. Lo raro es que consiga sobrevivir”, explica el biólogo Antonio Folgar.
En el año 2000, un grupo de estos delfines, destinado a asegurar la fota destinada en el Golfo Pérsico, entrenaba en el archipiélago de las Azores, pero hubo un pequeño motín, durante las maniobras navales, cuatro delfines huyeron y solo se pudieron recupar a tres, Gaspar logró huir.
Antes que en Galicia, el del fín desertor fue visto en Bretaña, donde le pusieron el nombre de un corsario local: Jean Floch. Empezo a no caer bien el día que enredó los cabos de atraque de 30 barcos en una dársena. En otra ocasión entro en la zona militar del puerto, reservada a navíos de la OTAN, que se pusieron bastante nerviosos.
En Julio de 2008 le dio un buen susto a un buzo que soldaba en los astilleros de la ria de Vigo. El hombre se giró al sentir unos toques en el hombro y se encontró frente a una masa oscua de 400 kilos.
“No es peligroso, se esfuerza en llamar la atención, y lo que hay que hacer es pasar de él. Si no recibe respuesta semarcha.”, asegura el Folgar.
La armada de Estados Unidos reconoce que ha intentado recapturarlo en Francia y España, como es obvio no lo consiguieron, la opinión de Gremmmar es que tras varios intentos fallidos lo han dejado por imposible. El coste estimado al año del entrenamiento de un delfín mular es e unos 30.000 Euros.
Donde haya motores allí aparece Gaspar, que a estas alturas ya luce en su rostro varias cicatrices, causadas, con toda seguridad, por los artilugios de pesca en los que se ha enredado.
El último avistamiento fue el 14 de diciembre de 2008 en Cudillero, desde entonces nadie conoce el lugar donde se encuentra este fugitivo.
Imagen y otras historias sobre Gaspar
Fuente:
El mundo