Según nos cuenta en su blog Eudald Carbonell, en el nivel 6 de la Gran Dolina, en la Trinchera del Ferrocarril de la Sierra de
Atapuerca se han localizado unos 150 restos esqueléticos de la especie Homo antecessor, con una antigüedad que ronda los 850.000 años. Aproximadamente un 60% de los restos craneales y postcraneales del registro encontrado en dicho nivel presentan marcas de corte, fracturas y todo tipo de huellas que indican haber sido intervenidos por instrumentos líticos manejados por los homínidos.
No se ha podido diferenciar espacialmente los que pertenecen a Homo antecessor de los que corresponden a animales encontrados en el mismo nivel y que también han sido consumidos. Al no poder distinguir lo uno de lo otro no se puede afirmar que el canibalismo sea una actividad diferenciada de la carnicería de otros animales.
Se piensa por lo tanto, que no se trata de un canibalismo ritual, como observaremos más tarde en otros momentos históricos, pero lo que sí parece claro es que el hecho de que exista más de un nivel de homínidos con impactos de tipo antrópico, como decía la doctora Palmira Saladié el otro día, puede indicar que se trate de una tradición gastronómica, y que por tanto, que la práctica de la antropofagia no era esporádica, ni por falta de alimento, sino, que sería una tradición cultural de estos grupos.
El canibalismo, también forma parte de la conducta humana, entre los seres humanos se ha practicado por diversos grupos tribales en el pasado en la cuenca del Amazonas, América del Norte, África, Fiji, Filipinas, Australia, Nueva Zelanda, Islas Salomón, Nueva Caledonia, Nueva Guinea y, por lo general en los rituales relacionados con las guerras tribales. Fiji fue una vez conocida como "Las islas Caníbales".
“Guerrero Canibal” de la Tribu Hill de Fiji por A.B.Brewster,1922. London, Seeley, Service & Co., Ltd.
La importancia del descubrimiento es que es posible que en
Atapuerca se haya encontrado la primera prueba de canibalismo cultural de la historia.
Fuente:
El Mundo