Arqueólogos chinos aseguran haber descubierto las primeras cuevas excavadas por el ser humano para ser convertidas en viviendas, de 5.500 años de antigüedad, en la provincia noroccidental de Shanxi, en China, y que podrían haber sido habitadas por familias de alfareros.
Son 17 cuevas excavadas en un precipicio junto al río Jinghe que datan de un periodo comprendido entre el 3.500 y el 3.000 a.C, según Wang Weilin, subdirector del Instituto de Arqueología de Shaanxi y responsable de la excavación, citado por la agencia Xinhua.
Las cuevas, situadas en una zona cercana a la localidad de Yangguanzai, a 20 kilómetros de Xian, la capital provincial, pertenecen a una cultura del último Neolítico denominada Yangshao, originaria del curso medio del río Amarillo y considerada el origen común de la civilización china, explicó Wang. La cultura Yangshao es conocida por su alfarería roja decorada con estampados y animales.
Cerámica para el almacenamiento de alimento perteneciente a la cultura Yangshao.
Cada una de las cuevas ocupa un área de unos 10 metros cuadrados y está dividida en dos habitaciones: una de ellas excavada en el precipicio, y la otra, exterior, construida con madera y barro.
Los arqueólogos que trabajan en este proyecto encontraron también hornos para la cerámica y habitáculos para almacenarla, así como fragmentos y herramientas de alfarería.
A diferencia de otras excavaciones del Neolítico en China en las que un horno era compartido por varias familias, "aquí hemos encontrado la primera evidencia de que un cierto grupo de personas estaba especializado en fabricar cerámica, una prueba de la división del trabajo", según Wang.
Otra prueba de que los Yangshao estaban organizados es la existencia de un gigantesco foso de una superficie equivalente a 46 campos de fútbol al norte de las cuevas, donde también se ha hallado cerámica de esta cultura que data del 4.000-3.500 a.C.
"Para cavar ese foso se debieron movilizar muchos obreros. Sin un mecanismo social efectivo, habría sido difícil construir un proyecto así", explicó Wang.
El área interior del foso tiene una superficie de 245.000 metros cuadrados, un tamaño inusual para ese periodo de la cultura Yangshao, por lo que podría tratarse de una gran ciudad de la época, aunque todavía está por excavar.
Los arqueólogos dividen la cultura Yangshao en tres periodos: el primero, entre el 5.000-4.000 a.C.; el periodo medio, 4.000-3.500 a.C.; y el comprendido entre el 3.500-3.000 a.C. Según Chen Xingcan, del Instituto de Arqueología de la Academia China de Ciencias Sociales, la ciudad pertenece al periodo medio, del que se conoce poco, por lo que su excavación "ofrece una oportunidad rara y muy valiosa sobre esa época".
Los primeros asentamientos Yangshao se crearon en la provincia de Shaanxi, pero durante el periodo medio esta cultura se extendió hasta casi la mitad del territorio actual de China. Los historiadores y políticos chinos prestan mucha atención a la fundación de la civilización china que, según defienden, siempre estuvo unida, frente a otros estudiosos que señalan largos periodos de desunión y guerras.
Hasta ahora se había considerado a la dinastía Shang (s.XVII-XI a.C) como primera y originaria de la civilización, pero Chen considera que hay que analizar el periodo medio Yangshao. "Fue la primera vez que se produjo una integración cultural y podría ser la fundación de lo que hoy es China", dijo a Xinhua. El primer yacimiento Yangshao fue descubierto en la vecina provincia de Henan por el arqueólogo sueco Johan Gunnar Andersson y su colega chino, Yuan Fuli, en 1921.
Fuente:
El Mundo