Una nueva especie de medusa, descubierta en el Ártico Canadiense.
Los océanos del Ártico y la Antártida comparten más de 200 especies pese a que están separados por más de 13.000 kilómetros de distancia. El hallazgo de vida idéntica en ambos polos se ha convertido en un nuevo misterio cuyos orígenes están tratando de desvelar los científicos.
Estas 235 especies compartidas son la última sorpresa del proyecto internacional Censo de la Vida Marina (COLM), (según sus siglas en inglés), que consiste en realizar el inventario más completo jamás realizado sobre todo ser vivo que habita los mares de la Tierra.
Hasta ahora, el equipo polar del Censo ha localizado 7.500 especies en la Antártida y 5.500 en el Ártico, de un total mundial de entre 230.000 y 250.000 especies marinas; ha mapeado su distribución en las áreas con más biodiversidad; y ha documentado cómo varía el tamaño de los grupos más numerosos de peces según el alimento.
Antes de emprender estas expediciones, se pensaba que la diversidad de la vida era baja en los polos, algo que han desmentido los datos recogidos en más de un millón de localizaciones. Algunas son lechos marinos que han quedado a la luz con el calentamiento global, tras estar 10.000 años cubiertos por el hielo.
Una de las revelaciones importantes ha sido que la Antártida es una sola provincia biológica, pese a los 8.500 kilómetros que separan ambas orillas. ¿Se ha igualado esa vida marina por la corriente circumpolar antártica?, se preguntan los expertos.
Los exploradores también han descubierto que los ciclos glaciares durante millones de años hicieron de este continente una incubadora fría de especies que hoy habitan en aguas más al norte y creen que sus mares aún restauran regularmente los océanos con nuevas variedades de arañas o camarones.
Un misterio interesante, a investigar, desde luego.
Fuente:
El Mundo