La Revolución del SincrotónPaul Tafforeau, paleontólogo y primatólogo, utilizó por primera vez los rayos X de la ESRF para el análisis de la estructura tridimensional de los dientes de primates, en 2001. El grosor y la distribución del esmalte constituyen aspectos importantes en el estudio de la evolución de los homínidos, pero su caracterización requiere métodos de medición rigurosos y objetivos.
“El esmalte es relativamente fino en los grandes monos africanos actuales y relativamente grueso en los orangutanes. Parece ser que ha habido un espesamiento durante la evolución de los homínidos, aunque los datos de nuestros dos antepasados más lejanos, Toumai y Orrorin tugenensis, no se han cuantificado lo suficiente”.
Hasta hace poco tiempo, la única forma de estudiar el esmalte era cortando los dientes. Esta forma de proceder tan destructiva no se puede aplicar en muestras muy raras o únicas. Desde hace varios años, los microtomógrafos de laboratorio (de rayos X) permiten realizar estos cortes virtualmente, sin destruir los dientes. Sin embargo, siguen siendo bastante lentos, a veces poco precisos, y suelen carecer de contraste. En la ESRF se pueden obtener imágenes de mejor calidad más rápidamente, lo que aumenta de manera considerable las posibilidades de investigación en fósiles antiguos fuertemente remineralizados.
La identificación de este cerebro de 300 millones de años de antigüedad, fue posible gracias al uso de holotomografía de sincrotrón en las instalaciones del ESRF (European Synchrotron Radiation Facility). Es la primera vez que se encuentra tejido blando en un cerebro fosilizado tan viejo.
Una nueva técnica, la tomografía computerizada de rayos X en tres dimensiones, que permite el Sincrotrón europeo, está revolucionando el mundo de la paleontología: permite escanear los fósiles con un detalle que hasta ahora resultaba impensable, sobre todo cuando están incrustados en rocas.
La utilización de esta avanzada tecnología, que ya tiene una amplia utilización en la medicina y en biología, ha permitido dar a conocer algunos detalles asombrosos de los hallazgos recientes más espectaculares, como ha sido el caso del primate bautizado como 'Ida', de hace 47 millones de años.
En un artículo en 'New Scientist', los autores hacen un repaso de las muchas posibilidades que presenta esta técnica, que permite ver los objetos en 3D, a la vez que se les gira para examinarlo desde cualquier ángulo o se les pone del revés para ver qué ocultan dentro. En definitiva, una revolución de la forma de ver los fósiles.
Las primeras experiencias en el ámbito de la Paleontología se presentaron en congresos especializados hace unos tres años y desde entonces, como recuerda el investigador Paul Barret, del Museo de Historia Natural de Londres, han aumentado mucho el tipo de muestras que pueden ser analizadas.
Entre los ejemplos más claros está el de los fósiles que son tan delicados que resulta imposible separarlos de las rocas o materiales en los que están incrustados. Volviendo a 'Ida', el famoso primate, la tomografía computerizada permitió estudiar sus dientes sin necesidad de destruir el cráneo.
Fuente:
El Mundo
Europa