Científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han descubierto que las células de algunas algas pueden regular las pulsaciones de sus flagelos de manera sincronizada de forma que controlan hacia dónde nadan. El estudio aparece publicado hoy en 'Science'.
Mediante una grabación a alta velocidad, los científicos analizaron al organismo unicelular 'Chlamydomonas reinhardtii', que tiene dos apéndices tan finos como cabellos y en forma de látigo que son conocidos como flagelos. Los "latidos" de los flagelos son los que hacen que 'Chlamydomonas' se mueva por el fluido y gire simultáneamente alrededor de un eje.
Los investigadores hallaron que las células pueden mover sus flagelos en dos formas distintas: sincrónica, con posiciones y frecuencias casi idénticas, y asincrónica, con dos frecuencias distintas.
Gracias a un aparato especial para rastrear las trayectorias acuáticas de las células individuales, el equipo mostró que los periodos de sincronización corresponden a movimientos casi rectilíneos, mientras que las pulsaciones asincrónicas provocan giros pronunciados.
Estudios anteriores habían sugerido que estas formas de movimiento estaban asociadas con distintas subpoblaciones de células. Pero la presente investigación muestra que las células realmente controlan la frecuencia de sus movimientos y se mueven entre estos dos "modos", por lo que, dicen los científicos, estas algas unicelulares tienen "dos marchas".
Los investigadores desarrollaron un análisis matemático que describe los dos "modos" del alga como "osciladores emparejados". Los autores del estudio comparan estos movimientos a la iluminación sincronizada de las luciérnagas o los movimientos de las "olas humanas" en un estadio de fútbol.
Estas observaciones constituyen la primera demostración directa de que las interacciones hidrodinámicas son responsables de la sincronización, algo que se preveía desde hace tiempo, según los investigadores.
Fuente:
El Mundo