Pseudopanax crassifolius, evolución a prueba de Moa Foto: Recreación Artística de una escena de caza prehistórica de unos Moa | Heinrich Harder
Nueva Zelanda fue el hogar de millones de Moa, que vivieron mucho tiempo sin la presencia de los humanos que fueron, probablemente los causantes de su extinción hace unos 750 años.
Era el principal herbívoro del ecosistema y algunas plantas evolucionaron con ingeniosos mecanismos de mimetismo, similares a los utilizados por vertebrados e invertebrados de forma relativamente común, pero que en las plantas es un hecho muy poco habitual, para evitar ser comidas.
Las plantas de la familia de las Araliaceae tienen una serie de defensas que según los investigadores están vinculados con la presencia histórica de los moa.
Los investigadores se han centrado en las hojas del árbol Araliaceae, Pseudopanax crassifolius, nativo de Nueva Zelanda. Cuando el árbol está creciendo, tienen hojas de color moteado que imita la forma y color de las hojas adultas cuando han caído del árbol y yacen muertas en el suelo. Cuando el árbol ya es joven produce hojas más largas y elongadas que terminan en bordes similares a espinas, que impedirían de esta forma que fuesen comidas por los moa, según Kevin Burns director del estudio, de la Universidad de Wellington de Nueva Zelanda.
Foto: Etapa juvenil de Pseudopanax crassifolius
Se trataría pues de la primera evidencia de una estrategia de este tipo en el reino de las plantas.
Los moa no solían pasar de los tres metros de altura, justo la medida en la que los árboles Araliaceae adultos producen hojas comunes en tamaño, forma y color, sin defensas.
Foto: imagen de Pseudopanax crassifolius en la fase adulta en la Península de Banks
Foto: imagen detalle de las hojas de Pseudopanax crassifolius en la fase adulta | vía Wikipedia
Una especie similar de Araliaceae, que viven en otra isla a 800 kilómetros de Nueva Zelanda, en la que no existieron los moa, no tienen todas las defensas de los Araliaceae neozelandeses, sino que crecen directamente con las hojas comunes.
Fuente:
Natura Curiosa
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