Una suave brisa marina sopla sobre la superficie del agua, haciendo desaparecer cualquier creencia de que el peligro merodea sobre las oscuras profundidades del océano. Sin embargo, un acontecimiento horrible está a punto de ocurrir cuando un depredador se dirige a toda velocidad hacia una confiada víctima. En una violenta colisión, el agresor encuentra su objetivo y se abre camino a través del cuerpo de la víctima. Una vez dentro, la transformación comienza: el depredador se detiene y se prepara para multiplicarse. El hospedador es reducido a una simple envoltura que proporciona comida y protección al parásito. En unas pocas horas, el alimento se termina y la cubierta del hospedador revienta, liberando una nueva generación de letales depredadores. Y mientras todo esto ocurre, las aguas permanecen tranquilas…
Si bien la descripción de arriba puede parecer el argumento de la próxima película de suspense de la temporada, en realidad describe el ciclo de vida de una bacteria llamada Bdellovibrio. Esta bacteria (cuyo nombre literalmente significa sanguijuela curvada) vive a base de atacar y devorar otras bacterias y pueden ser encontradas en diversos ambientes como aguas marinas, dulces y residuales y suelos. Las bacterias de este tipo se caracterizan por dos etapas distintas en su ciclo de vida: una fase depredadora, de ataque y una frase parasitaria, de crecimiento.
Imagen de
Bdellovibrio bacteriovorus atacando a otra bacteria.
En la fase depredadora, la célula tiene una prolongación, similar a un pelo, llamada flagelo. Este flagelo rota en un movimiento helicoidal que propulsa la bacteria a razón de 100 micrometros por segundo. Considerando el tamaño de la célula, esto corresponde a la increible cifra de 70 veces la longitud de su cuerpo por segundo. En esta fase altamente móvil de la célula, la bacteria no tiene una dirección fija, sino que el flagelo la propulsa hacia cualquier dirección. Por lo tanto, el éxito en dar con su presa está limitado al “choque” con la víctima adecuada, que debe encontrarse en el lugar adecuado y en un momento adecuado. Cuando se topa con la célula, el Bdellovibrio continúa rotando, agujereando la célula y abriéndose un camino hasta el interior de la presa. Una vez dentro, el atacante pierde el flagelo y se prepara para el proceso de multiplicación.
La fase de crecimiento del Bdellovibrio es el periodo en el que son creadas nuevas células, y requiere el parasitismo de una célula hospedadora adecuada. Las células atacantes no tienen ninguna preferencias especial en cuando a las víctimas, excepto que éstas deben ser del tipo Gram negativo (tienen una pared celular delgada y una membrana externa). Cuando el Bdellovibrio entra, la bacteria hospedadora muere y forma una estructura circular llamada bdelloplasto: básicamente, la célula pierde su estructura porque está siendo devorada desde dentro. El Bdellovibrio crece y se alarga, y cuando los nutrientes de la célula hospedadora (proteínas, lípidos, polímeros estructurales, RNA, DNA, etc.) se agotan, la célula en crecimiento se parte en células en fase depredadora más pequeñas, que son liberadas al medio.
Esquema del ciclo de vida de Bdellovibrio.
El estilo de vida único del Bdellovibrio es de verdadero interés para los científicos, por la curiosidad que despierta el hecho de que estos microorganismos necesiten bacterias hospedadoras para poder multiplicarse. ¿Podrían estas células estar suministrándoles algún nutriente esencial?¿Alguna vitamina? ¿Quizás una proteína o dos? Los estudios muestran que un Bdellovibrio normal puede multiplicarse sin células huésped bajo ciertas condiciones. Si se extraen los componentes solubles de una célula hospedadora y se llevan a un vaso de precipitados que contenga sólo Bdellovibrios, los Bdellovibrios son capaces de crecer y multiplicarse. Esto sugiere que hay un factor que el Bdellovibrio necesita para sobrevivir, y que sólo sus víctimas pueden proporcionarselo. Se siguen investigando los factores que controlan la relación entre parásito y hospedador, y se continúan haciendo nuevos descubrimientos. Y mientras tanto, Bdellovibrio sigue siendo un feroz depredador en el ambiente.