Construcción Sociocultural de nuestras Biologías locales, la Absorción de la Lactosa Foto: Imagen de un pastor ordeñando a una Vaca | Denis Gustavo
Nuestras acciones, nuestros hábitos, disparan la expresión de algunos de nuestros genes en procesos epigenéticos. Ciertos genes como los regulatorios pueden modificar la expresión e intervención de otros, como los estructurales. Ese fue uno de los descubrimientos de Jacques Monod, François Jacob y J.P. Changeux que les valió el premio Nobel. Ciertos genes, o mejor dicho, redes de genes, sólo funcionan cuando son activados por un estímulo externo.
La investigación científica apunta cada vez más a la necesaria y muta relación entre nuestras formas de vivir y nuestro organismo y viceversa.
La localización corporal de nuestras prácticas socioculturales, siempre económicas y políticas, históricas, y la construcción de nuestra biología permiten analizar una multitud de procesos en este sentido, estos son unos pocos ejemplos de los muchos que existen:
- Comunidades socioculturales pastoriles sufrieron una transformación genética para mejor absorción de la lactosa. (Durham; Beja-Pereira). Presente en la leche
- Sobreejercicio físico en las niñas y aparición menstruación
- Efectos estrés sobre el metabolismo celular
- Épocas de crisis económica, de recesión, inestabilidad, precariedad o pérdida de empleo, etc., la salud de los afectados se resiente.
- La cultura occidental de la higiene está afectando a nuestro sistema inmunológico. Parece que esta profilaxis tiene una curva ascendente primero en relación al control de enfermedades infecciosas y el alargamiento de la esperanza de vida (entre otros factores) que luego se estabiliza y aparentemente desciende: la higiene se nos vuelve en contra. Los ambientes sépticos que nos construimos evitan que estemos en contacto con bacterias y microbios que son necesarios para desarrollar nuestra inmunidad. El sistema inmunitario ante la ausencia de patógenos externos se ejercita y practica contra nosotros mismos, alergias, colitis ulcerosa, artritis reumatoide, etc.
La lactasa es una enzima permite la digestión de la lactosa en la leche fresca . Su actividad disminuye en gran medida después de la fase de destete en la mayoría de los seres humanos, pero hay excepciones.
Pues bien en Julio de 2009 se ha publicado un estudio científico en PLoS ONE titulado Impact of Selection and Demography on the Diffusion of Lactase Persistence donde se estudia el fenómeno de la absorción de la lactosa en estas excepciones, que son mayoritariamente sociedades nómadas basadas sobre todo en el pastoreo y en gran parte de la población Europea, donde las sociedades pastoriles han tenido gran importancia y aún hoy en día la siguen teniendo.
Dos son las hipótesis generalmente propuestas para explicar los mecanismos por los cuales ciertas poblaciones han conseguido admitir la leche en su dieta.
Por un lado está la aparición de esta adaptación como consecuencia de las prácticas socioculturales de las sociedades basadas en el pastoreo que aprovechaban los recursos nutricionales de la leche, rica en proteínas y un alimento muy energético.
Por otro lado, la leche es rica en vitamina D, que a su vez, es indispensable para la absorción del calcio, por eso en las regiones de latitud alta, en el norte de Europa por ejemplo, al tener las personas pocas horas de luz solar necesitarían ingerir leche para satisfacer sus escasos niveles de vitamina D. Esta es la hipótesis de la asimilación del calcio, que sugiere que los portadores del alelo de la persistencia de la lactasa (s) (LCT * P) son favorecidas en las regiones de latitud alta, donde el sol es insuficiente para permitir la correcta síntesis de vitamina D.
En este estudio, se prueba la validez de estas dos hipótesis, la hipótesis de la absorción del calcio estaría más justificada para las poblaciones que habitan en latitutes altas y la hipótesis de la construcción sociocultural de la biología local encajaría en las sociedades pastoriles Europeas y Africanas.
El método utilizado ha consistido en un análisis detallado a nivel mundial analizando las frecuencias de aparición de la persistencia de la lactasa mediante el uso de varias técnicas complementarias y la relación con la variación geográfica, los niveles de pastoreo, y los patrones genéticos observados para otros polimorfismos independientes. Luego usando simulaciones por ordenador utilizando las fechas datadas arqueológicamente para la domesticación del ganado, se puede comprobar la evolución de estas frecuencias en Europa, según diferentes escenarios demográficos y las intensidades de selección.
Poco después en la misma revista científica, en Agosto de 2009, se publicó otro estudio titulado The Origins of Lactase Persistence in Europe, que complementaba a este primero.
Según este estudio, el cambio genético el cambio genético que permitió a los primeros europeos empezar a beber la leche sin enfermar data aproximadamente de hace 7.500 años, en una región que ahora ocupa el noroeste de Hungría y el suroeste de Eslovaquia y no como se pensaba hasta ahora en las regiones de mayor latitud, por una pura presión natural debida a la falta de sol.
Foto: Mapa de Europa que representa la región Europea donde se originó la mutación genética que permitió absorber la lactosa hace 7.500 años en una región entre el norte de los Balcanes y Europa central, probablemente en asociación con la cultura Neolítica de la cerámica de bandas (Linearbandkeramik) | Vía PLoS ONE Yael Pinchevsky, Yuval Itan, Joachim Burger, and Mark G. Thomas. Photograph credit: Sabine Schade-Lindig.
En el estudio se ha desarrollado un modelo matemático, combinando elementos genéticos (la frecuencia de la mutación del gen de la lactasa), arqueológicos (restos de vajillas) y se han tenido en cuenta las prácticas de agricultura y ganadería del Neolítico.
Fuente:
Impact of Selection and Demography on the Diffusion of Lactase Persistence
The Origins of Lactase Persistence in Europe
Evolución, Cultura y Complejidad – La humanidad que se hace a si misma – Eugenia Ramírez Goicoechea 2008