Teoría GAIA - Planeta Vivo

James Ephraim Lovelock es un científico nacido el 26 de Julio de 1919. Es meteorólogo, escritor, inventor, bioquímico y siente una profunda curiosidad y amor por el medio ambiente. Es el inventor del detector de captura de electrones (invento que permitió detectar pesticidas en la Antártida, cosa que puso de manifiesto los problemas del DDT y los organoclorados)

Trabajó durante 10 años en la NASA comparando la atmósfera terrestre con la de Venus y Marte fue durante este periodo y aprovechando la experiencia cuando fue dando forma a su Teoría.

En 1969, James Lovelock lanzó su desconcertante hipótesis:

La Tierra es un ser vivo creador de su propio hábitat. Fue a principios de la década de 1990 cuando sus ideas comenzaron a calar entre la comunidad científica.

Su teoría toma el nombre de GAIA, la diosa de la Tierra en la antigua mitología griega.

Efecto invernadero, agujero de ozono, lluvia ácida, destrucción de la Selva amazónica…son algunos de los golpes que tiene que encajar este planeta. La Tierra ha necesitado millones de años para convertirse en un lugar habitable para la Vida, ha superado numerosas pruebas que la han puesto a prueba, choques de meteoritos, desplazamientos de continentes y glaciaciones brutales ahora sus hijos predilectos la estamos poniendo a prueba…

Según Lovelock todo nuestro planeta es un organismo vivo, magníficamente dotado para dar a luz las condiciones medioambientales óptimas para el desarrollo de plantas y animales.

Cuando postuló esta bella teoría pocos la consideraron científica, era además un tanto inquietante, ponía en tela de juicio la teoría de la Evolución de Darwin: a lo largo de la historia la vida se ha ido adecuando a las condiciones del entorno fisicoquímico. Lovelock proclamaba justo lo contrario: la biosfera es la encargada de generar, mantener y regular sus propias condiciones medioambientales. En otras palabras, la vida no está influenciada por el entorno. Es ella misma la que ejerce un influjo sobre el mundo de lo inorgánico, de forma que se produce una coevolución entre lo biológico y lo inerte. Un Auténtico BOMBAZO…

GAIA ha probado su valor teórico al dar respuesta a muchos interrogantes muy curiosos de la Tierra.

La atmósfera de la tierra es una singularidad, un milagro, comparada con las atmósferas que cubren a los planetas vecinos. Los resultados de las investigaciones espaciales establecieron que las atmósferas de los planetas vecinos están compuestas casi exclusivamente por dióxido de carbono y un porcentaje mínimo de nitrógeno. El constituyente más abundante de la atmósfera terrestre es de un 79% de Nitrógeno, un 21% de Oxígeno, y un ridículo 0,03% de dióxido de carbono. A estos elementos habría que añadir vestigios de otros gases, como metano, argón, óxidos nitrosos, amoniaco, etc…en fin una extraña mezcla…

Nuestra atmósfera se comporta de mana poco ortodoxa desde el punto de vista químico. La presencia simultánea de metano y oxígeno, dos gases que a la luz del sol reaccionan químicamente formando dióxido de carbono y vapor de agua. La coexistencia de óxido nitroso y amoniaco es igual de anómala que la anterior.

La composición atmosférica terrestre representa una violación de las reglas de la química, y aun así funciona. ¿Por qué? Este desequilibrio entre los gases atmosféricos es para Lovelock una de las primeras evidencias de la intervención de GAIA, del influjo que lo biológico ejerce sobre lo inorgánico. Como en un entorno inerte tan extrañísima mezcla gaseosa sería muy improbable, la única explicación factible es una manipulación diaria desde la propia superficie terrestre. De acuerdo con la hipótesis GAIA, la atmósfera no sería saludable para la vida en la Tierra si la biosfera, no se encargara de mantenerla en condiciones, intercambiando constantemente sustancias reguladoras entre uno y otro medio.

Lovelock se preguntó cómo podía la atmósfera transportar esas sustancias que la biosfera toma por un lado y expele por el otro. ¿No presuponía esto la presencia de compuestos que vehiculasen los elementos esenciales, como el yodo y el azufre, por ejemplo, entre todos los sistemas biológicos?, su curiosidad le impulsó a la búsqueda de tales compuestos.

En 1971 partió hacia la Antártida a bordo del velero oceanográfico británico Shackleton, con el propósito de investigar el ciclo mundial del azufre, detectando un componente desconocido hasta entonces, pero potencialmente importante: el dimetil sulfuro. Estudios posteriores revelaron que la fuente principal de esta sustancia no se encuentra en mar abierto sino en las aguas costeras, ricas en fitoplancton. En efecto, la microflora marina, incluso las especies más corrientes de algas, consiguen extraer con gran eficacia el azufre de los iones sulfato presentes en ele agua del mar transformándolo en dimetil sulfuro. Posteriormente se comprobó que la liberación de este gas a la atmósfera, estimula la formación de núcleos de condensación para el vapor de agua, lo que a su vez eleva la concentración de nubes.



En 1987, Lovelock expuso que el ciclo de actividad de las algas ese el que en última instancia ha determinado la temperatura de la Tierra a lo largo de su historia. ¿Cómo lo consigue? ¿Cuál es su mecanismo? Los científicos han podido medir una mayor concentración de dimetil sulfuro en las cuencas oceánicas más calientes, pues es allí donde mejor proliferan las algas. La presencia de un elevado nivel de este gas estimula la formación de masas nubosas que, lógicamente, oscurecen la superficie, permitiendo que desciendan las temperaturas. Pero, del mismo modo que el calor hacer crecer y multiplicarse las algas en los océanos, el frío dificulta su proliferación, por lo que disminuye la producción de dimetil sulfuro, se forman menos nubes y comienza una nueva escalada térmica. La autorregulación de GAIA respecto a las temperaturas está servida, es más la historia del clima terrestre es uno de los argumentos de mayor peso a favor de la Teoría GAIA, si la Tierra no fuera más que un objeto sólido inanimado la temperatura de su superficie hubiera seguido las oscilaciones de la radiación solar sin protección posible sin embargo no ha sido así, desde hace 3.500 millones de años GAIA se ha encargado de que los océanos no hirviesen o se congelasen.

Se sabe que en la época en que apareció la vida el sol era más pequeños y templado y su radiación un 30% menos intensa. A pesar de ello, el clima resultaba favorable para la aparición de las primeras bacterias: no hacía aun 30% más de frío, lo que hubiera significado un planeta devastado por los hielos. Carl sagan y su colaborador George Mullen han sugerido como explicación la presencia en la atmósfera inicial de mayores cantidades de amoniaco y dióxido de carbono que hoy, con la función de arropar la superficie del planeta. Ambos gases ayudan a conservar el calor recibido, impidiendo, por medio del efecto invernadero, que escape al espacio.

Cuando la intensidad de la radiación fue incrementándose, al aumentar de tamaño el Sol, la aparición de organismos devoradores de amoniaco y dióxido de carbono habría disuelto en parte esta mantea protectora, de modo que el exceso de calor pudiera disiparse al espacio. La mano de GAIA se volvía de nuevo a ver: la biosfera misma fue transformando, a su favor, las condiciones medioambientales. La vida se revela sí como un un fabuloso sistema de control activo que regula automáticamente las condiciones climatológicas, de tal forma que nunca sean un obstáculo para su existencia.

Para ejemplificar y demostrar esto, Lovelock y Andrew Watson crearon una simulación conocida como Mundo de Margaritas, que es un modelo teórico para explicar la autorregulación de la temperatura terrestre: las margaritas oscuras crecen a bajas temperaturas, absorbiendo toda la luz solar que reciben. Si el Sol luce con más intensidad, brotarán margaritas claras, que reflejan más luz al espacio, ayudando a descender las temperaturas…

En el siguiente gráfico se muestra la temperatura que debería tener el planeta sin vida, y cómo la modifican las margaritas para posibilitar la vida:



Junto a un clima benigno, también es necesario que otros parámetros se mantengan dentro de los márgenes favorables, por ejemplo el PH. El grado de acidez del aire, el agua y la tierra se mantiene siempre alrededor de un valor neutro (PH , el óptimo para la vida, a pesar e que la gran cantidad de ácidos producidos por la oxidación en la atmósfera de los óxidos nitrosos sulfurosos liberados por la descomposición de la materia orgánica deberían haber hecho aumentar la acidez terrestre hasta un PH 3, comparable al del vinagre. Por qué motivo esto no ha sucedido, de nuevo GAIA, la biosfera se encarga de fabricar, por medio de los procesos metabólicos de los seres vivos, alrededor de 1.000 megatoneladas anuales de amoniaco, una sustancia alcalina, que resulta ser la cantidad necesaria para anular la acumulación excesiva de los agresivos ácidos.

La regulación estricta de la salinidad marina es tan esencial para la vida como la neutralidad química. ¿Cómo es posible que el nivel salino medio no supere el 3,4%, cuando la cantidad de sales que lluvias y ríos arrastran hacia los océanos cada 80 millones de años es idéntica a toda la actualmente contenido en ellos? De haber continuado este proceso, el agua de los océanos, completamente saturada de sal, habría llegado a ser mortífera para cualquier forma de vida. ¿Por qué entonces los mares o son más salados? Según Lovelock desde el comienzo de la vida, la salinidad ha estado bajo control biológico, GAIA ha servido de filtro invisible para hacer desaparecer la sal en la misma medida que la recibe.

Pasemos al oxígeno…también aparece la mano de GAIA. La proporción de 21% es la dosis óptima para la vida en el planeta. Bastaría tan sólo un aumento del 4% en el nivel atmosférico actual para poner al mundo en grave peligro. Porque al 25%, incluso el detritus húmedo del suelo de la selva tropical ardería como una tea al caer un solo relámpago.

Estos han sido solo algunos ejemplos puntuales de los cientos de mecanismos de autorregulación de los que, según Lovelock, se vale la biosfera para hacer de este planeta un mundo confortable. Lo mejor es que funcionan, a pesar de las grandes catástrofes que ha sufrido la Tierra a lo largo de las eras geológicas, incluyendo devastadores choques de meteoritos, el último de ellos hace 65 millones de años, acabó con el 60% de las especies de esa época, GAIA ha sabido recuperarse.

¿Significa esto que la biosfera también será capaz de salir indemne de la catástrofe medioambiental que desde el inicio de la Revolución Industrial está provocando el hombre? Frente al alarmismo de los movimientos ecologistas más radicales, Lovelock opina que la zozobra sobre el futuro del planeta proviene principalmente de nuestra ignorancia sobre los sistemas de control de GAIA. La gente, y también los ecologistas, todavía piensan según el antiguo esquema darwiniano que postula que las especies se adaptan al entorno o mueren, sin que sean capaces de modificarlo a su favor, lo que implica que los seres vivos son en esencia frágiles y vulnerables. Individualmente puede que así sea, pero en su conjunto, afirma Lovelock, la biosfera es en extremo robusta y capaz de encajar los golpes más duros. Sin embargo, si finalmente nos llegamos a autoextinguir, poco consuelo será pensar que algunas especies nos sobrevivirán e incluso serán capaces de volver a poner al planeta en disposición de acoger de nuevo a animales superiores.

En cualquier caso, Lovelock está convencido e que no nos hacemos ningún bien contaminando el medio ambiente donde vivimos, aunque sólo sea porque estamos degradando así nuestra calidad de vida. Puede que la lluvia ácida arrase todos los bosques de las latitudes templadas, puede que convirtamos en desiertos extensas regiones de amos hemisferios, pero sobreviviremos.

Para el creador de la hipótesis GAIA, la verdadera amenaza reside en alterar drásticamente aquellas regiones donde residen los circuitos primarios del control planetario: El cinturón de selvas tropicales y las plataformas continentales donde vive el fitoplancton, órganos vitales de la Madre Tierra responsables de regular el ciclo oxígeno-carbono, y advierte muy en serio que, obligados por la presión demográfica, ya hemos empezado a hacerlo, nuestro planeta está en peligro de muerte.



Imagen por satélite de una parte de la Gran Barrera de Coral en Australia

Lovelock fue un Gurú del movimiento ecologista hasta que se decantó por la Energía Nuclear, en un acto de coherencia total, los microorganismos resisten a ella, la vida seguiría sobre la tierra en caso de desastre total.

La Tierra seguirá adelante sin nosotros siempre que nosotros no la destruyamos antes, afirma.

Según Lovelock, el cambio climático es irreversible porque el hombre ha saturado los mecanismos de respuesta de la biosfera, el paso a la energía nuclear debe ser inmediato, tenemos que dejar de quemar petróleo.

Fuente:

Especial Muy Salvar la Tierra nº 3 Otoño 1990 – Gaia Planeta Vivo

http://es.wikipedia.org/wiki/James_Lovelock

Por no hacer muy larga la respuesta, creo que el problema con Gaia está en lo que el lector espera sacar cuando lee los libros de Lovelock. Decir que la Tierra es, en su conjunto, un sistema no lineal con realimentación negativa no supone ningún problema. Al final lo que estamos diciendo es que cosas como el clima son un sistema caótico, en el que de cuando en cuando se producen bucles de realimentación negativa que alcanzan un equilibrio de algún tipo.

Además, en este tipo de sistemas, si se está en equilibrio y éste se rompe por cualquier cuestión, la ruptura será abrupta, y el sistema tenderá a reaccionar para alcanzar un equilibrio en otras condiciones.

Vamos, que si lo vemos desde el punto de vista de Teoría de Sistemas, no parece que haya nada revolucionario. El problema real está cuando lo que se pretende es interpretar estos mecanismos de Teoría de Sistemas como la expresión de la voluntad de un macro-organismo, y eso es la Gaia original, que no se sostiene por ninguna parte.

De hecho, en su último libro ("La venganza de la Tierra. La teoría de Gaia y el futuro de la Humanidad", del 2007) el propio Lovelock dice que tras sus dicusiones con Dawkins se ha convencido de que su teoría original no es correcta, y presenta una nueva Gaia como algo que dice no debemos entender literalmente, sino como una metáfora.

Para no extenderme demasiado, en este enlace tenéis una reseña del libro escrita por Basilio Ruiz Cobo, Profesor Titular del Departamento de Astrofísica de la Universidad de La Laguna e investigador del grupo de Física Solar del Instituto de Astrofísica de Canarias. Creo que merece la pena leerla.

Saludos,

uffffff bueno se pasa un poco no?! que un profersor de la Universidad de la Laguna (recordais los anuncios de hace años en prensa??! "Abstenerse licenciados de la Laguna..."), llegue a negar la condición de científico de Lovelock ya me tira para atrás...de todas formas Lovelock no ha cambiado su opinión...copio y pego:

Pero lo dice con la boca chica. A lo largo del libro vemos innumerables pasajes en los que el autor demuestra que sigue creyendo, a pies juntillas, que Gaia es y se comporta como un macro-organismo, que tiene una especie de conciencia e incluso puede tomar decisiones.

Es una teoría polémica pero que funciona para explicar ciertas cuestiones que no son explicables de otra forma mejor...como las que he planteado en el tema, porcentaje de oxígeno, ph, dióxido de carbono...

SAludos!!!!

Hombre, Félix, creo que un titular de astrofísica de La Laguna y miembro del IAC (una de las instituciones de astrofísica más prestigiosa con las que contamos en este país) está cualificado para determinar si una hipótesis es científica o no. Pero bueno, tú mismo. Por cierto, los anuncios de los periódicos no tenían nada que ver con los astrofísicos de uno de los Departamentos más prestigiosos del pais acerca del tema..

Vuelvo a repetirte que lo polémico no es que hable de la Tierra como un sistema autorregulado. ES un sistema autorregulado. Lo que se niega es que esa autorregulación sea dirigida "por una mente consciente". Y con la Teoría de Sistemas en la mano, no necesito ningún objetivo consciente para que un sistema complejo con bucles de realimentación negativa sea capaz de alcanzar situaciones de equilibrio.

Por cierto, ejemplos como el del oxígeno ni siquiera son ciertos. Simplemente no es verdad lo del 25%. Aunque sólo sea porque en la historia del planeta ha habido momentos con bastante más oxígeno y le fue muy bien a la vida. En el Carbonífero se calcula que pudo estar alrededor del 35% y a la vida le fue de maravilla. En otro momento, sabes que los Euriptéridos alcanzaron enormes tamaños debido, entre otras cosas, a un nivel de oxígeno mucho mayor que el actual.

Saludos,

Su texto es interesante y puedo estar de acuerdo en muchos puntos, luego paso a ellos...pero este párrafo:

Se ve claramente que Lovelock no es un físico, yo diría que ni siquiera un científico, pues en otro caso no es posible entender que diga tales majaderías.

Es el que me ha puesto de uñas...

solo hay que mirar la biografía de Lovelock (traducida malamente del inglés), para darse cuenta de lo insultante que resulta su frase:

James Ephraim Lovelock nació el 26 de julio de 1919 en Letchworth Garden City en el Reino Unido.

Se graduó como químico de la Universidad de Manchester en 1941 y en 1948, recibió un doctorado Licenciatura en Medicina de la London School of Hygiene and Tropical Medicine.

En 1959 recibió el D.Sc. grado en biofísica de la Universidad de Londres.

Después de graduarse de Manchester, comenzó con el trabajo del Consejo de Investigación Médica en el Instituto Nacional de Investigación Médica en Londres, pero cinco años entre 1946 y 1951 se gastaron en común CoId la Unidad de Investigación en el Hospital de Harvard en Salisbury, Wiltshire.

En 1954 fue galardonado con la Beca Rockefeller Viajar en Medicina y optó por pasar en la Universidad de Harvard Medical School en Boston.

En 1958 visitó la Universidad de Yale por un período similar.

Dimitió del Instituto Nacional de Londres en 1961 para ocupar el empleo a tiempo completo como profesor de Química en la Universidad de Baylor College de Medicina en Houston, Texas, donde permaneció hasta 1964.

Durante su estancia en Texas, colaboró con los colegas en el Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, California, el Lunar y Planetario de Investigación.

Desde 1964 se ha llevado a cabo una práctica independiente en la ciencia, aunque sigue honorario asociaciones académicas como profesor visitante, en primer lugar en la Universidad de Houston y luego en la Universidad de Reading en el Reino Unido desde 1982, se ha asociado con la Asociación de Biología Marina de Plymouth , En primer lugar como un miembro del consejo, y de 1986 a 1990 como su presidente.

James Lovelock es el autor de alrededor de 200 documentos científicos, distribuidos casi por igual entre los temas de Medicina, Biología, Ciencia y Instrumento geofisiología.

Ha presentado más de 50 patentes, la mayoría de los detectores para su uso en análisis químico. Uno de ellos, el detector de captura de electrones, es importante en el desarrollo de la conciencia ambiental.

Asimismo, puso de manifiesto por primera vez la distribución ubicua de los residuos de plaguicidas y otros productos químicos con halógenos. Esta información permitió a Rachel Carson a escribir su libro, Primavera Silenciosa, a menudo dice que han iniciado la toma de conciencia de la perturbación del medio ambiente.

Más tarde se permitió el descubrimiento de la presencia de PCB en el medio ambiente natural.

Más recientemente, el detector de captura de electrones se encarga de el descubrimiento de la distribución mundial de óxido nitroso y de los clorofluorocarbonos, los cuales son importantes en la química estratosférica de ozono.

Algunos de sus inventos fueron aprobadas por la NASA en su programa de exploración planetaria. Fue galardonado por la NASA tres certificados de reconocimiento de estas.

Él es el creador de la Hipótesis Gaia (actualmente Teoría de Gaia) y ha escrito cuatro libros sobre el tema:

Gaia: una nueva mirada a la vida en la Tierra, (Oxford University Press, 1979); Las edades de Gaia, (WW Norton, 1988 ); Gaia: en la práctica la ciencia planetaria de la medicina, (Gaia Libros, 1991) y Homenaje a Gaia (2000).

Fue elegido Fellow de la Royal Society en 1974 y en 1975 recibió la Medalla de Tswett para cromatografía.

Anteriormente recibió un Premio de la Fundación CIBA para la investigación en el envejecimiento.

En 1980 recibió el American Chemical Society de la adjudicación de la cromatografía y en 1986 la Medalla de Plata y Premio del Laboratorio Marino de Plymouth. En 1988 fue un beneficiario de la Norbert Gerbier Premio de la Organización Meteorológica Mundial, y en 1990 fue galardonado con el primer Premio de Amsterdam para el Medio Ambiente por la Academia Real de los Países Bajos de las Artes y las Ciencias.

En 1996 recibió el Premio Nonino y el Premio Volvo de Medio Ambiente, y en 1997 de Japón Premio Planeta Azul.

Ha recibido Doctorados Honoris Causa en Ciencias por la Universidad de East Anglia de 1982, la Universidad de Exeter de 1988, Politécnico de Plymouth (en la actualidad la Universidad de Plymouth) 1988, la Universidad de Estocolmo de 1991, la Universidad de Edimburgo de 1993, la Universidad de Kent y la Universidad de East London en 1996, y de la Universidad de Colorado en 1997.

Se le hizo un CBE por Su Majestad la Reina en 1990.

James Lovelock la primera es el interés de las ciencias de la vida, como originalmente la Investigación Médica, pero más recientemente, en geofisiología, los sistemas de ciencias de la Tierra. Su segundo interés, que de instrumento de diseño y desarrollo, a menudo ha interactuado con la primera para su beneficio mutuo.
Él es en la actualidad un Visiting Fellow Honorario de Green College, Universidad de Oxford.

No dudo de la capacidad de Basilio Ruiz Cobo, pero al lado de Lovelock se me hace muy pequeñoooooooooo

Saludos!

Si reconocemos marf que la tierra es un sistema autorregulado, estamos dando un apoyo importante a GAIA, si reconocemos que la biosfera mantiene y regular sus propias condiciones medioambientales, pasando la vida de estar influenciada por el entorno (Darwing) a ser la vida misma la que interactúa sobre lo inorgánico (GAIA), estamos dando un paso más allá de la Teoría de la evolución de las especies que es lo importante de esta Teoría, dio una vuelta de rosca más a las Teorías evolutivas...

SAludos

marf?!...estoy esperando tu hachazo/espadazo Láser...malvado!

SAludos!

LaBaracA escribió:

marf?!...estoy esperando tu hachazo/espadazo Láser...malvado!

SAludos!

Tranqui, que llegará Lo que pasa es que estoy muy liado en el curro y puedo echarle un vistazo a lo que escribes pero no tengo demasiado tiempo para una respuesta completa. Pero no te preocupes, que llegará ...

Saludos,

Bien, LB, ya estoy de vuelta. El que la biosfera afecte a su entorno es algo que no tiene nada de particular. Lleva ocurriendo miles de millones de años. A ver si me explico bien con un ejemplo.

Hace alrededor de 3.000 millones de años, en números redondos, ciertas bacterias fueron capaces de usar clorofila y otros pigmentos fotosintéticos para, a partir de uns recursos abundantes (CO2, agua y luz solar) obtener los carbohidratos que necesitaban y un productillo de desecho adicional, el oxígeno, que se libera. No es el único "bucle de realimentación" que existe, porque entonces el oxígeno aumentaría sin freno. Ese oxígeno se recombina con el carbono de la descomposición de esas bacterias (este es una realimentación negativa), aunque algunas de las bacterias quedaban enterradas en sedimentos y una pequeña fracción del oxígeno queda en la atmósfera, aunque era casi inmediatamente capturada en procesos de oxidación de minerales. Según aumentaban las cianobacterias e iban disminuyendo los minerales disponibles para oxidarse, llegó un momento en que el oxígeno empezó a encontrarse libre en la atmósfera, pero al llegar a determinada concentración comenzó a recombinarse con el metano formando CO2 y agua que se consumía en la fotosíntesis, dando como efecto neto una reducción del metano (uno de los gases de efecto invernadero más imortantes), lo que sería uno de los factores que provocarían inmensas glaciaciones lo que, evidentemente, afecta bastante a la biosfera.

¿Por qué todo esto? porque eso no es más que un ejemplo simplificado de alguno de los sistemas más sencillos que configuran el clima terrestre o la composición de su atmósfera. En dinámica de sistemas clásica, los sistemas se configuran como conjuntos de bucles de realimentación positiva y negativa que, eventualmente, llegan a un equilibrio (que muchas veces es una alternancia entre estados). Aquí hablamos de sistemas complejos, con muchos de estos ciclos interconectados, y difíciles de comprender (aunque hay herramientas como sistemas multiagente, dinámica no lineal, teoría de catástrofes, etc). Hay mútiples influencias entre actividad orgánica, entorno, geología, etc.

Pero lo que no hay, en ningún sitio, es un objetivo para todo ello. No hay ningún "ente" que conscientemente tenga un plan detrás de todo esto. En resumen, que ver a la Tierra como un enorme sistema complejo no es nada extraordinario. Que en ese sistema los seres vivos modifican el entorno y evolucionan en él, tampoco tiene nada de particular. Lo que no es aceptable es dar otro paso y suponer que hay una mente consciente controlándolo todo (eso es la hipótesis de Gaia al completo). Eso es lo que sería contrario a la evolución darwinista, porque los organismos no se limitarían a adaptarse a los entornos, sino que surgirían para modificar los entornos en determinada manera.

Espero que no se haya hecho un rollo incomible ...

Saludos,

Para nada marf...mi turno:

Puedo estar de acuerdo en no creer al pie de la letra la hipótesis completa pero esta teoría es importante y ha traído avances y descubrimientos sorprendentes que son tangibles no son solo palabras…

Entre los científicos que criticaron duramente la hipótesis estaban Richard Dawkins y Ford Doolitle, este último escribió un ensayo titulado “Is nature really motherly?” (¿Es la naturaleza realmente maternal?) muy utilizado por los detractores de la hipótesis.

Una de las razones principales que argumentaban era que los organismos no pueden actuar de manera conjunta ya que para que esto sucediera deberían organizarse con un plan preestablecido.

En 1983 Lovelock y Andrew Watson como respuesta a las críticas recibidas crean una parábola de nombre Daisy World (Mundo de Margaritas.), que es una simulación matemática por ordenador, en la que un planeta que gira alrededor de una estrella, a una distancia similar a de la Tierra al Sol y en el que la temperatura va aumentado con el tiempo.

En el planta existen 2 especies de margaritas una negra y otra blanca que compiten por el espacio, y interfieren su medio inmediato mediante la refracción de la luz. Las dos especies tienen el mismo rango de tolerancia de temperaturas. En un prinipio el planeta presenta temperaturas demasiado bajas, con el tiempo se va calentado y algunas semillas logran germinar, la refracción de la luz de las margaritas blancas provoca que su temperatura sea más fría que la de su ambiente, lo que obstaculiza su crecimiento, por el contrario las negras calientan su medio y favorecen su reproducción calentado más el ambiente lo cual favorece a ambas especies. Las margaritas funcionan como termostato del planeta al presentar tendencias opuestas.

A este Mundo de Margaritas le han ido haciendo críticas que han sido corregidas y tenidas en cuenta.
Te pongo el enlace de un pdf con un artículo interesantísimo: Homeostásis Global y Selección Natural – Un juicio para Gaia

http://www.ejournal.unam.mx/cns/no82/CNS000008203.pdf

Del que me gustaría resaltar:

Cuando Lovelock habla de hipótesis teleologica, (los organismos buscan un objetivo), rechaza la selección natural como un proceso evolutivo, considerándolo como un mecanismo no como un principio, se regula el paso de un carácter que confiere ventaja de un individuo hacia otro por medio de la supervivencia y la reproducción diferencial.

Gaia es un sistema complejo adaptativo con diversas partes interconexionadas y sus propiedades no se explican totalmente por sus componentes.

La retroalimentación es una propiedad emergente de Gaia.

Existen puntos de concordancia entre partidarios y opositores cuando opinan que entre la atmósfera y la biosfera deben emerger procesos de retroalimentación, que los sistemas de retroalimentación pueden exibir propiedades emergentes, incluso que la autorregulación y la Tierra deben considerarse como un Todo.

El artículo es interesantísimo y objetivo y además lo hace sin utilizar adjetivos calificativos gratuitos!!!!


Saludos!

Yo no pondría la mano en el fuego sobre la hipótesis GAIA.

Aunque tenga pruebas que lo avalan, que parecen indicar que sí, como indica marfvader los sistemas autorregulables no son más que sistemas matemáticos al fin y al cabo, un montón de variables que se equilibran entre sí, cuándo una tira para un lado otra variable o variables análogas equilibran la balanza.

La cienca da explicaciones lo más formales posible, en ciencia toda posible interpretación de los hechos chungo. Ya conoceís el principio de la navaja de Ockham, tira pa la interpretación más simple.

Y que una persona sea un gran científico no quiere decir que todo lo que esa persona diga es ciencia pura y dura. Sino mirad a Fred Hoyle, un científico importantísimo en física por el descubrimiento de la Nucleosíntesis, el proceso por el cuál, a las altas temperaturas y las condiciones del centro de las estrellas, se fusionan elementos químicos entre sí para crear elementos químicos más pesados.

Esta teoría es prácticamente un dogma (sin menospreciar xD) en física, pués explica toda la diversidad química que existe, pués el universo primigenio nada más le dió tiempo a crear hidrógeno y helio (y algún que otro isótopo suyo). Las condiciones de presión y temperatura necesarias para crear átomos más pesados se desvaneció con el crecimiento del universo y su consecuente enfriamiento. ¿De dónde salen el resto de elementos químicos de la naturaleza?, del núcleo de las estrellas (temperaturas altísimas y densidades altísimas), que cuándo acaban su ciclo vital y explotan envían todo su contenido químico nuevo al resto del espacio.

¿Es importante Hoyle?, ¿a que sí?. Ganó incluso un premio nobel. Pués el mismo que ganó un premio nobel defendía la hipótesis de la panspermia. ¿Es una hipótesis descabellada?, no, pero se aleja de las posibilidades y la coherencia científca por que no hay fenómenos comprobable asociados a esa hipótesis, es decir, sino hay fenómenos que lo avalen, lo que se diga es igual a invento. Con GAIA pasa lo mismo, ¿es descabellado?, pues puede que no, pero desde luego es un invento pués es una interpretación bastante propia de él.

He dicho xD

No me gusta decartar teorías por el hecho de parecer descabelladas...estoy de acuerdo en que no todo lo que diga un premio Nobel tiene que ser doctrina, pero no me gusta las actitudes despreciaivas de sus colegas científicos, cuando por lo menos en el caso de Gaia el trabajo de Lovelock no es una ocurrencia de un día para otro sino que tiene detras muchos años de investigación, es cierto que tiene muchos puntos oscuros, pero para ciertos enigmas relativos a la atmósfea de la tierra, es la teoría que aporta la mejor solución hasta el momento...

Saludos LokO!

Pero es el mismo problema de siempre. La hipótesis GAIA presupone que hay una inteligencia latente debajo de todo este proceso, pero se sabe que matemáticamente también es viable sin que haya ningún agente de por medio.

1.- La navaja de Ockham apuesta por al primera hipótesis.
2.- Esa inteligencia latente no tienen ningún fenómeno asociado, pués que la tierra sea un sistema autorregulado es matemáticamente viable, estonces no hay ningún fenómeno que identifique de manera destacada a esa inteligencia GAIA, y la ciencia no contempla nada que no tenga una fenomenología asociada. Es decir, no es que sea verdad o mentira la hipótesis GAIA, simplemente que no es un hipótesis científica, no entra dentro de los objetivos de la ciencia, por el hecho de que no tiene ningún fenómeno que lo apruebe indiscutiblemente.