El Lazarillo de Tormes deja de ser Anónimo. Autor: Diego Hurtado de Mendoza

El Lazarillo de Tormes deja de ser Anónimo. Autor: Diego Hurtado de Mendoza


Imagen: Retrato de Diego Hurtado de Mendoza, diplomático, militar, poeta y ahora Autor de la primera novela moderna, La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades, publicada de forma anónima en 1554 y, al poco tiempo, en 1559, sus supuestas obscenidades e irreverencias lo llevaron al Catálogo de Libros Prohibidos | Vía Portada de El Cultural 5-11 de marzo de 2010

La incansable paleógrafa Mercedes Agulló de 84 años de edad ha realizado el hallazgo, tras décadas de labor investigadora. Ya su tesis doctoral la dedicó a La imprenta y el comercio de libros en Madrid. Siglos XVI – XVIII, pero no la dio por terminada si no que a lo largo de su vida siguió trabajando para añadir y complementar para una posterior publicación. Realizando este trabajo dio con el inventario de los libros pertenecientes a un abogado , Juan de Valdés, junto a este inventario su hermana y testamentaria realizó el de los bienes y libro de Juan López de Velasco, de quien el abogado había sido testamentario. Este último inventario era un pequeño tesoro y Mercedes Agulló se dispuso a preparar un trabajo sobre ambas bibliotecas.

López de Velasco, fue un importante personaje en la corte de Felipe II, cosmógrafo, gramático, historiador, poseía una biblioteca impresionante de libros sobre América. Pero, lo más importante, López de Velasco recibió el encargo oficial de “castigar” el Lazarillo en 1573, es decir, de podarlo y censurarlo para poder sacarlo del Catálogo de los libros prohibidos.

Mercedes se dispuso a leer con detalle este importante inventario, y encontró, al lado de “Una copia de Las guerras de Granada y otros papeles de la hacienda de Carmona”, dos líneas que dicen: UN LEGAJO DE CORRECCIONES HECHAS PARA LA IMPRESIÓN DE LAZARILLO Y PROPALADIA. Todas las alarmas saltaron.

López de Velasco, era el testamentario de Diego Hurtado de Mendoza, y en su inventario de bienes relaciona primero, los papeles propios y, luego, los que eran de Don Diego y él custodiaba. Uno de estos cajones contiene inequívocamente las correcciones del Lazarillo, junto con las de la Propalladia de Torres Naharro. El único testimonio manuscrito del Lazarillo se encontró en un cajón de papeles valiosos de Don Diego, una prueba demasiado contundente para afirmar sin temor que fue el autor del Lazarillo.

Fuente:

El Cultural