Experimento biomecánico demuestra el bipedismo moderno de los Australopithecus afarensis Imagen: A) Planta y perfil de una huella de hombre moderno caminando de forma normal B) Planta y perfil de una huella de hombre moderno caminando con las piernas flexionadas C) Planta y perfil de la huella de Laetoli (G1-37) | Vía Plos One
El equipo dirigido por David Raichlen, antropólogo de la Universidad de Arizona, ha publicado recientemente en la revista PLos One, los resultados de un experimento biomecánico para determinar el modo de caminar de los Australopithecus afarensis, especie a la que pertenece el célebre fósil de Lucy y las también muy conocida huellas del rastro de Laetoli.
Algunos investigadores debatían hasta ahora si aquellos 'A. afarensis' llegaron a andar erguidos o caminaban como los chimpancés, con las rodillas y las caderas dobladas, algo que se rebate ahora en las conclusiones del equipo de Raichlen.
Para su experimento biomecánico, construyeron un camino de arena en su laboratorio e hicieron caminar por él a diferentes individuos, algunos de forma erguida y otros agachados, como si fueran chimpancés.
Captaron así modelos tridimensionales de todas sus huellas, gracias al equipo que tiene el biólogo Adán Gordon en su laboratorio evolutivo de la Universidad de Albany. Tras estudiar la profundidad de las marcas dejadas por el talón y los dedos de los pies comprobaron que las huellas de Laetoli eran exactamente iguales que las de los humanos erguidos. Cuando iban agachados, la impresión de los dedos era mucho más profunda.
"Los análisis anteriores indicaban de los 'Australopithecus afarensis' andaban inclinados, pero hemos visto que no es así. Lo hacían como los humanos modernos y es una forma increíblemente eficiente, lo que sugiere que el coste energético en la evolución del bipedismo ya era bajo antes de los orígenes de nuestro género 'Homo'", asegura Raichlen.
Además, como destaca su colega Adam Gordon, este estudio demuestra que, en un momento en que nuestros antepasados tenían una anatomía bien adaptada para pasar mucho tiempo en los árboles, ya habían desarrollado el bipedismo moderno, aunque aún tardarían más 1,5 millones de años en bajar definitivamente a tierra.
Fuente:
Laetoli Footprints Preserve Earliest Direct Evidence of Human Like Bipedal Biomechanics
El Mundo