Nueva especie de Homínido, Australopithecus sediba, el fósil de Malapa Imagen: En la composición los principales protagonistas de esta excepcional noticia. Arriba a la izquierda un primer plano del cráneo del fósil perteneciente a un adolescente masculino (MH1). A la derecha el Paleoantropólogo Lee Berger profesor de Universidad sudafricana de Witwatersrand, junto con el esqueleto más completo encontrado de la nueva especie, el fósil MH1. Lee Berger se encontraba trabajando en el yacimiento de
Malapa cuando su hijo, (en el centro de la imagen) que se encontraba jugando en los alrededores, le espetó "Papá, he encontrado un fósil", cuando su padre comprobó de que se trataba no se lo podía creer, estaba delante de una nueva especie de homínido. En la parte inferior izquierda un gráfico explicativo de cómo se pudo producir la muerte y conservación hasta nuestros días de los fósiles | Composición LaBaracA, fotos Vía DailyMail, Gráfico Vía Laelaps
Un equipo de paleontólogos dirigido por Lee Berger, de la Universidad sudafricana de Witwatersrand, en Johannesburgo, acaba de publicar en Science un estudio sobre los restos fósiles descubiertos en 2008 pertenecientes a una nueva especie de Homínido, Australopithecus sediba (sediba significa "fuente" en la lengua de los Sesotho, uno de los once idiomas oficiales de Sudáfrica). Los dos esqueletos parciales, uno de ellos excepcionalmente bien conservado, pertenecen a una mujer y un joven preadolescente, que vivieron en Sudáfrica hace cerca de dos millones de años.
El Australopithecus sediba, era capaz de caminar erguido y sus restos se encontraron en la cueva de
Malapa, una cueva de piedra caliza, ubicada apenas a 15 kilómetros del sistema de cuevas de Sterkfontein, cerca de Johannesburgo, Sudáfrica.
Berger y su equipo explican en Science que los fósiles muestran una mezcla de rasgos muy primitivos y típicos de los australopitecinos con otros mucho más avanzados y típicos de los humanos que vinieron más tarde. Por eso, opinan los científicos, la nueva especie podría ser el mejor candidato de que disponemos hasta el momento a ocupar el puesto de antepasado inmediato de nuestro propio género, Homo.
Es precisamente la citada mezcla de rasgos lo que no permite que los científicos se pongan de acuerdo.
"Yo pienso -opina Berger- que se trata de un buen candidato a convertirse en la especie de transición entre Australopithecus africanus (especie a la que pertenece el célebre niño de Taung) y Homo habilis, o incluso a ser el antepasado directo de Homo erectus (como el Chico de Turkana, el hombre de Java o en hombre de Pekín)".
Los fósiles, con una edad comprendida entre 1,95 y 1,78 millones de años, corresponden a una mujer adulta (alrededor de treinta años) y a un joven de entre 10 y 13 años. Ambos han sido encontrados entre los mismos escombros fluviales y en el fondo de un antiguo sistema de cuevas esculpido por la erosión de un río. Sus restos estaban mezclados entre sí y con los de otros animales (tigres dientes de sable, ratones, conejos y antílopes), y todo parece indicar que murieron con muy poca diferencia de tiempo, quizá incluso ambos a la vez y muy poco antes de ser los dos arrastrados por la corriente y depositados en el lugar en el que fueron encontrados.
Durante los últimos dos años, los restos han sido sometidos a complicados tratamientos para lograr extraer los huesos de las rocas en las que estaban incrustados. Más de 60 científicos de todo el mundo y decenas de estudiantes han tenido ya la oportunidad de trabajar sobre estos extraordinarios fósiles.
Australopithecus sediba tenía los brazos largos, como un simio, las manos cortas y poderosas, una pelvis muy evolucionada y unas piernas largas y perfectamente capaces de permitirle caminar como hacemos los humanos. Incluso es posible que pudieran trepar. "Se ha estimado -explica Berger- que ambos medían alrededor de 1,27 metros, aunque el chico seguramente se habría hecho más alto. La hembra probablemente pesaba unos 33 kg y el joven cerca de 27 en el momento de su muerte".
"El tamaño de sus cerebros -añade el científico- estaba entre los 420 y 450 cm cúbicos en el caso del joven, que es pequeño si se compara con el cerebro humano actual, que está entre los 1.200 y los 1.600 cm cúbicos, pero la forma del cerebro parece mucho más avanzada que la de un australopitecino".
Sediba apareció cerca de un millón de años después que Lucy, y todo apunta a que la transición de los primeros homínidos hacia el género Homo debió de ocurrir en etapas muy lentas y espaciadas en el tiempo.
“No es posible establecer la posición filogenética precisa de Australopithecus sediba en relación a varias especies asignadas al Homo primitivo”, escribe Lee Berger en Science. “Podemos concluir que esta nueva especie comparte más características derivadas con el Homo primitivo que con cualquier otra especie de australopiteco conocida, y por tanto representa un ancestro candidato para el género, o un grupo hermano a un ancestro cercano que persistió́ durante cierto tiempo tras la primera aparición de Homo”.
“Antes de este descubrimiento, podías prácticamente acomodar el registro completo de fósiles que son candidatos para el origen del género Homo de este periodo en una pequeña mesa. Pero, con el descubrimiento de Australopithecus sediba y la riqueza de fósiles que hemos recobrado –y y que seguimos recuperando—esto ha cambiado de forma dramática”, concluye el paleontólogo.
Solo queda esperar más buenas noticias de este yacimiento que por supuesto y ahora con más medios, sigue siendo investigado.
Fuente:
Science
Mundo Neandertal
ABC
DailyMail
Laelaps