Si pudiéramos ver la Tierra, despojada de su vegetación o sus lagos, descubririamos las cicatrices de cientos de impactos de asteroides, algunos gigantescos.
Los verdaderamente amenazadores hace tiempo que no nos visitan, pero el bautizado con el nombre de Apophis, que pasará cerca de unos años, nos recuerda que el peligro no está conjurado del todo.
La lluvia de asteroides bautizada como Baptistina suposo la extinción másiva del Cretácico (que incluyo a los dinosaurios)El asteroide Apophis sembró en sus dia el desconcierto porque se cernia como la espada de Damocles del siglo XXI, como algunos subrayaron, ya que se vía demasiado próxima.
Sin embargo, la alerta que provocó inicialmente ha sido superada ya por otros fragmentos sólidos que danzan en el cinturos de asteroides localizadso entre las órbitas de Marte y Júpiter.
La Nasa y la Agencia Espacial Europea han organizado misiones para alegar al Apophis en el 2029.
Y además existe un catálogo de 800 asteroides viajeros potencialmente peligrosos para la tierra.
Este es uno de los asteroides mejor conservado de 60 Toneladas compuesto por Hierro y colbalto.
De momento el 13 de Abril de 2029, el Oeste de Asisa, Africa y el continente Europeo advertirán a simple vista como brilla, semejante a una estrella cualquiera, el Apophis, el huesped qaue se ha invitado, sin que nadie lo desee, al hogar de la civilización actual.
Las incertidumbres qeu arrojan los cálculos de las trayectorias de estos cuerpos rocosso, carbonáceos o metálicos que son los asteroides, y de cada una de su sdesafiantes aproximaciones a la Tierra, son tan grandes qeu cualquier predicción que se haga está sujeta a un considerable margen de error.
De ahí la importancia de que las fuerzas mundiales no se queden impasibles ante el son que marcan los cuerpos que bailan alli arriba, y de una vez por todas coordinen sus observaciones sistemáticas de los vaivenes orbitales y se decidan a crear y mantener bases de datos de asteroides más precisas, igual que se gastan miles de millones de dolares en proyectos que ni tan siquiera ven la luz.
Salu2.