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 Teorías de Sistemas Dinámicos complejos – El Paradigma Autopoiético

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MensajeTema: Teorías de Sistemas Dinámicos complejos – El Paradigma Autopoiético   Teorías de Sistemas Dinámicos complejos – El Paradigma Autopoiético I_icon_minitimeMar 15 Sep 2009, 00:11

Teorías de Sistemas Dinámicos complejos – El Paradigma Autopoiético

Teorías de Sistemas Dinámicos complejos – El Paradigma Autopoiético Ouwa5i

Foto: Cuadro de M.C. Escher titulado Print Gallery 1956 Lithograph. El Paradigma Autopoiético sería la herramienta que dispondría el espectador del cuadro para descubrir su posición en el mismo, ¿La habeís descubierto vosotros? | Vía M.C. Escher Official Website

Dentro de la Teoría de Sistemas Dinámicos complejos el modelo Autopoiético es de gran importancia y requiere de un esfuerzo intelectual extra que se ve recompensado con la apertura de nuevos campos de conocimiento.

1. Entidades Autónomas y Autoorganizadas

Consiste en comprender los sistemas como entidades relativamente autónomas y autoorganizadas. Sistemas bien simples a partir de pocos elementos pueden organizarse autónomamente, sin una mano invisible que los sincronice. No hace falta principio ni causa primera.

2.Creadores de sus Condiciones de Existencia

Los sistemas autopoiéticos crean/seleccionan, dentro de ciertas constricciones – no reglas- sus propias condiciones de existencia, un dominio de significación/determinación específico, sus entornos. El sistema existe sólo en virtud de un entorno, como extensión externa y resultado de secuencias de acción, como el contexto construido/seleccionado por el propio sistema para su desarrollo y devenir futuro posible. Las acciones del sistema están siempre dirigidas hacia situaciones que todavía no son de hecho, pero que podrían serlo, incluyendo las condiciones de dicha posibilidad.

La autoorganización consiste en la propiedad de los sistemas de evolucionar hacia relaciones continuadas en el tiempo, construyendo una regularidad estadística. Para los organismos, por ejemplo, el entorno es naturaleza organizada, enactuada perceptosensorialmente por un organismo construyendo su propio nicho.

3. Cerramiento Operacional

Mediante un cerramiento operacional, un bucle, los sistemas organizan una complejidad interna, su propio frente interior, reduciendo y simplificando la complejidad externa, que es siempre mayor. Las formas se generan precisamente desde esta operatoria, desde una relacionalidad constituyente. La membrana celular es el primer cerramiento orgánico del que tenemos noticia. A la vez que delimita un espacio interno, tiene aperturas constantes con el exterior que ha creado, para el intercambio químico y biológico. El bucle es la operación necesaria para la constitución del endodermo y el ectodermo, base inicial de la constitución morfológica del embrión.

4. Descripción de los Sistemas según la Autopoiesis

La Autopoiesis permite pensar los sistemas de forma des-esencializada, contingente (no ontológicamente necesaria), siempre dinámica. La acción autoorganizativa a partir del cerramiento operacional es siempre incompleta, inacabada, siempre en construcción, en reorganización, acompañada de turbulencias, perturbaciones e interferencias constantes. El desorden está en la base de la propia constitución de un orden posible entre otros posibles. Orden y desorden conviven mano a mano. Un ejemplo cotidiano es el del tráfico en nuestras ciudades.
Si podemos pensar en algo que denominemos como sociedad, sólo puede serlo como sistema (conjunto de sistemas, multisistemas) autorregulado, integrado y coherente muy fragmentariamente. Se trataría de una cristalización abierta, incompleta, híbrida y paradójica, atravesada de capas, entresijos, subsistemas, bucles, turbulencias, fuerzas, con autonomía relativa oscilando permanentemente entre diversos grados y tipos de orden y desorden, un equilibrio inestable, un caos al que se le ha puesto la brida, una tensión permanente entre totalidad y fragmentación. Ambigüedades, transiciones, vacios, no lugares, desórdenes, re-descripción y re-creación, flujos y movimientos continuos a diferentes ritmos y con parones aquí y allá, indican la desigual densidad y reticulación del tejido y la dinámica sociocultural.

5. Sostenibilidad

Aunque el sistema nunca es óptimo, tiene viabilidad, sostenibilidad en relación a su entorno y otros sistemas, en cuanto a facilitar su integridad continuada viable (ontogenia) y la posibilidad de su linaje (filogenia). Los sistemas autoorganizados se denominan también autocatalíticos porque se automantienen mediante mecanismos internos incluso a pesar de un entorno. Es obvio que los organismos no tienen una capacidad infinita de supervivencia; las múltiples extinciones o atestiguan. Incluso puede plantearse como hipótesis una determinada esperanza de vida en condiciones de vida (internas y externas) determinadas. Pero su muerte se debe más a la propia incapacidad del organismo como sistema que por la propia extremidad medioambiental en sí misma. La evolución biológica consiste precisamente en eso: en la habilidad de establecer estrategias innovadoras, flexibles para una relación continuada entre sistema y entorno, estableciendo un patrón recurrente entre ambos.

Según Tibor Gánti (2003), las condiciones básicas para la existencia de vida, serían:

- Un sistema autorreproductor para sintetizar sustancias químicas, (el metabolismo de proteínas).
- Un sistema químico que pueda definir unos límites espaciales y una permeabilidad selectiva, capaz también de crecer (una membrana).
- Un sistema de información químico por el que se autorreproduce en presencia de los materiales químicos apropiados, (un sistema de ADN y ARN).

6. Reversibilidad

Todo sistema puede ser entorno de otro sistema y viceversa, existiendo la posibilidad de una reversibilidad, siempre cronotópicamente (histórica y localmente) especificada. Otros sistemas conforman nuestro entorno, nosotros conformamos parte del suyo. Como persona, yo soy parte de tu entorno y tú, parte del mío; ambos 2, parte del de otro. Esta reversibilidad no tiene por qué ser isomórfica.

La intercambiabilidad entorno/sistema/entorno exige, siempre, especificar una perspectiva, desde dónde y cuándo se observa y se opera y gestionan la distinción sistema/entorno.

7. Acoplamiento Estructural

En algunos casos puede hablarse de un acoplamiento estructural entre sistemas que comparten una historia concreta de influencias e interacciones mutuas (entre otras), como en la co-ontogenia. Las relaciones simbióticas son ejemplos de co-ontogenias. Los hermanos que crecen juntos se acoplan estructuralmente en la medida en que su vida, durante un tiempo, se explica en parte por sus interacciones mutuas. Este acoplamiento también puede darse en la evolución. Las regularidades medioambientales no son dadas sino que son actuadas o dadas a luz por una historia de acoplamiento.

8. Replicación

Como los fractales, patrones geométricos que se repiten a distintas escalas, el propio sistema puede replicarse dentro de sí mismo, autocopiarse. El sistema puede constituirse como un entorno para sí mismo.

¿Cómo desvincular un grupo humano de su propio papel como entorno de sí mismo?

Las personas tenemos varios “yoes” incorporados y construidos al hilo de nuestras relaciones, que nos sirven, de alguna manera, para hablarnos a nosotros mismo, tratarnos de diversas maneras, reinventarnos nuestras propias historias e identidades. La exterioridad/alienación de las propias producciones humanas se objetivan en hechos sociales, que se nos imponen por su facticidad.

El todo puede replicarse en la parte. Existe la posibilidad de que cada elemento del sistema incorpore la totalidad, de modo que pueda existir un movimiento inverso de desdoblamiento por el que el todo se reconstruya desde la parte. Desde ese punto de vista, el dualismo individuo/sociedad resulta irrelevante, la Sociedad ya estaría en el Individuo, que este incorpora retrabajándola creativamente como microentorno. La persona incorpora el Colectivo.

En realidad no se trata de una replicación exacta, sino de una re-creación, que incorpora variedad y diversidad, dentro de cierta flexibilidad en el mantenimiento y estabilidad de las formas. La copia deformada no es un problema, se entiende que la modificación de la información es un hecho intrínseco al proceso.

La re-creación autopoiética, refiere a la constitución de nuevos acontecimientos que pueden ser conectados sistémicamente, dándose nuevas posibilidades y constricciones a la vez. Las propias relaciones del sistema con parte o todo su entorno, también pueden recrearse, convirtiéndose ambos en microsistemas/microentornos.
Los procesos de re-presentación y meta-representación, pueden contemplarse desde esta recursividad y complejidad interna a base de re-creaciones y redescripciones variadas y múltiples de sistemas y entornos objetivados a su vez en cadenas complejas, posibles y plausibles. El entorno, o parte de él, también puede re-crearse dentro del propio sistema como el microentorno de un microsistema. Nuestro frente exterior puede convertirse en Naturaleza (microentorno), una representación seleccionada y selectiva, un escenario y paisaje de regularidades en el tiempo sobre el que retrabajamos discursiva y pragmáticamente desde microsistemas conceptuales y de acción (la cultura, desde sistemas de reglas, que a su vez producirán efectos transformativos sobre el entorno a través de dicho microentorno (la Naturaleza) que, a su vez transformarán nuestros propios microsistemas discursivos y conceptuales y, por tanto, nuestro propio sistema.

En el fondo, las imágenes y representaciones que creamos son construcciones creativas internas que forman el paisaje de nuestras relaciones con el mundo. Podría hablarse de entorno cognizado como mundo representado internamente en el cual las actividades consideradas como relevantes pueden ser configuradas como experiencias. Partes (elementos) del sistema pueden convertirse en microentornos para otras partes. Parte de nuestra práctica cognoscente y nuestra cognición práctica puede seleccionarse, privilegiarse, delimitarse como relevante de modo que su significación específica impregne todo o sólo algunas partes de nuestro sistema de relaciones constituyentes del mundo.

La Replicación recreativa dentro del sistema es un hecho que puede observarse muy a menudo también en la administración del poder y el control, como el análisis de instituciones y organizaciones nos ha mostrado.
Las culturas organizacionales se explican, en buena parte, por las rutinas replicativas específicas que crean para sí mismas y en relación a otras organizaciones de las que quieren diferenciarse. Se reinventan a sí mismas continuamente.

9. Autocontemplación

Los sisteas autopoiéticos pueden autocontemplarse, aunque no de forma completa, actuar sobre sí mismos y monitorizarse gracias a su recursividad. Sus propias acciones devienen en principios reguladores, cristalizaciones, patrones, por las que orientarán su trayectoria y existencia futuras. Los procesos de autorregulación no son perfectos, sino soluciones más o menos viables, negociaciones y estrategias con más o menos éxito, en una dinámica continúa consigo mismo y con su entorno.

Una de las posibilidades de la recursividad es la reflexividad. La particularidad de los sistemas socioculturales es que pueden y son accesibles a sí mimos por medio de la comunicación y el discurso. La reflexividad, la autodescripción, la interpretación, permiten manejar las diferencias entre sistema y entorno de varias maneras (tematización) y desde distintas perspectivas, y han de ser incluidas en la medida en que son constitutivas de los propios procesos que las producen. La conciencia es producto de esta reflexividad sobre uno mismo y tiene una historia filogenética de complejidad progresiva en términos de conectividad neuronal y de sistemas de neuronas y de áreas cerebrales relacionadas.

Los sistemas socioculturales se definen en términos de límites constituidos semánticamente. El sentido, sus múltiples formas, y no la información, es precisamente lo que distingue a un sistema sociocultural de otros sistemas. Uno de los rasgos específicamente humanos parece la monitorización en la ejecución, es decir, la supervisión ordenada del actor, con objeto de mejora según un standard instrumental, estético, incluso moral, de hacer (decir, etc.) las cosas bien, la ejecución según un diseño preestablecido, pensado, objetivado, y que incorpora una racionalidad normativa y valorativa. Es cierto que los animales no humanos aprenden muchas veces por la prueba y el error. Sin embargo, la dirección, la corrección, la observación guiada, son prácticas humanas que introducen un componente cultural de convención, norma, valor, propiedad, que no se observa en otros primates no humanos. (Ejemplo bifaces)

10. Perspectiva en la Reflexividad

La reflexividad exige definir desde qué perspectiva se plantean las relaciones sistema/entorno, así como el nivel de complejidad que se describe o monitoriza. No hay ningún referente empírico que corresponda exclusivamente con un solo nivel fenoménico. Esto es precisamente lo que se dice para la oposición micro-macro, que no tiene existencia ontológica. Estos son contrastes analíticos que sugieren niveles de emergencia dentro de unidades empíricas, valorados en función de la escala de observación y el orden al que la explicación del fenómeno deba ser referido. (Escher), las reglas del juego difieren a cada nivel de complejidad, cada uno puede responder a lógicas distintas, sin contradecir lo que ocurre en el anterior.

11. Autonomía

Los subsistemas que aparecen en la constitución de una complejidad interna pueden caracterizarse, una vez emergidos, por cierta autonomía y desarrollo propio, una dependencia independiente, creando sus propias dinámicas internas y microemergencias, pudiendo incluso pervivir más allá del sistema en el que estuvieron incluidos o que les hubiera dado mayor. La aparición de grupúsculos y facciones dentro de una organización puede derivar en la imposición de alguno de éstos sobre la propia organización, reformando ésta en función de su idiosincrasia específica, suprimiendo y dejando morir otras facciones, posibilidades y características de la organización. Desde una perspectiva autopoiética se contemplaría como una propiedad del sistema y sus partes por los que estos pueden adquirir una independencia relativa del primero. Los efectos perversos, no queridos, inesperados, de la acción, son emergencias no previstas del propio desarrollo de la acción. Estos subsistemas pueden mostrarse estables aunque el sistema en el que estén incluidos no lo sea.

12. Estructura relacional

Cada parte tiene un estado determinado por el estado de las partes vecinas de forma que el todo tiene una estructura relacional específica. La Citoarquitectónica neuronal se organiza topológicamente, dependiendo de qué otras células rodean a la célula y los tejidos, de modo que entre éstos y aquellas se establecen afinidades e intercambios o no.

13. Creatividad y Generatividad

Los sistemas autopoiéticos se caracterizan por la creatividad y generatividad, por medio de estas capacidades, los organismos originan y modifican su propio desarrollo. El ruido y el desorden pueden re-explotarse como una variación para el rediseño. La generatividad propiamente humana puede entenderse como un re-trabajo continuo del propio sistema en sus relaciones con los entornos y consigo mismo en sus partes y su globalidad. Orden, redundancia y flexibilidad, permiten una enorme variedad de formas sociales y diversidad de situaciones locales, aunque dentro de ciertos límites básicos de subsistencia y equilibrio medioambiental.
La cultura tiene gran flexibilidad a la hora de permitir integrar, más o menos coherentemente, más o menos fragmentariamente, actividades y elementos totalmente dispares generando nuevas formas. (Dalí).

Fuente:

Evolución, Cultura y Complejidad – La humanidad que se hace a si misma – Eugenia Ramírez Goicoechea 2008
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https://prehistoria.forosactivos.net
 
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