Han descubierto en el centro de México una pirámide y esculturas que apuntan a una cultura desconocida. La alfarería no se parece a ninguna otra y la proporción de la pirámide no corresponde ni a los Toltecas ni a Tehotihuacan.
Los objetos fueron descubiertos hace unos 15 años en el valle de Tulancingo, un gran cañón que termina en la costa del Golfo de México. En total son 41 artefactos que no se parecen a los de ninguna cultura mexicana, según Carlos Hernández, arqueólogo del Instituto Nacional de Antropología de México.
Muchas de las figuras son personas sentadas con sus manos sobre las rodillas y algunos tienen sombreros con serpientes. Las esculturas están hechas de un material que combina arena, limo y agua, y pintadas de azul o verde y se cree que son del período epiclásico, entre el año 600 y el 900.
Algunos arqueólogos consideran que las esculturas no son antiguas o que son falsas, pero según Hernández se ha comprobado que no es así. “Vinculando todas las características que hacen diferentes a estos artefactos, nos permite decir que deben ser consideradas como el producto de una cultura diferente llamada Huajomulco“, dice el arqueólogo.
Thomas Charlton, arqueólogo estadounidense de la universidad de Iowa, que trabaja en la zona, también cree que se trata de una nueva cultura que existió entre la caída de Teotihuacan y el comienzo del poderío Tolteca.
Fuente:
National Geographic