Solitaro Jorge, el último Geochelone elephantopus se aparea a los 100 años de vida Foto: El último de su especie, con 88 kilos de peso y una esperanza de vida estimada en 200 años, ha logrado aparearse tras años de intentos con otras especies de tortugas de las Galápagos. | Heidi snell. visual escapes.
El hallazgo de un nido con seis huevos de la última tortuga gigante terrestre de las islas Galápagos, conocida como "Solitario George", aumentó las probabilidades de descendencia para esta especie única, informó hoy el parque nacional del archipiélago.
Los guardaparques del Parque Nacional Galápagos encontraron el nido de una de las dos hembras que comparten el corral del "Solitario George".
Los seis huevos se suman a otros cinco dejados por la otra compañera de George que fueron encontrados en julio, indicó el Parque en un comunicado.
Ese organismo mantiene a la tortuga gigante de la especie Geochelone abingdoni y que tendría entre 90 y 100 años de edad, con dos tortugas similares que el año pasado desovaron, pero todos los huevos resultaron infértiles.
Este año las esperanzas renacieron con el hallazgo de nuevos huevos que deben permanecer en incubadoras artificiales del centro de reproducción y crianza del Parque. Tras un período de 120 días se podrá conocer si son fértiles.
La tortuga "Solitario George" es originaria de la isla Pinta del archipiélago y al ser la única tortuga de su especie que queda, los científicos ensayan su reproducción con hembras de la especie Geochelone becki, de la isla Wolf, las más similares a su fenotipo, con las que convive desde 1993.
"Solitario George" fue encontrado en 1971 y desde entonces se intentaron múltiples maneras de lograr su reproducción hasta que el año pasado la tortuga mostró por primera vez interés en acercarse a las hembras.
En 1971, un grupo de guardias del Parque Nacional Galápagos le descubrió entre la espesa vegetación. La buena noticia era que esa raza no se había extinguido, como se creía, pues no se había visto ningún ejemplar desde 1906; la mala es que había un único superviviente, un magnífico macho que vagaba entre los bosques. Los guardias le rescataron de una muerte segura, pues las cabras, una de las especies introducidas por el hombre y que suponen hoy un peligro para un ecosistema tan delicado, estaban arrasando con la vegetación que come la tortuga.
Precisamente, los guardias desplazados hasta Pinta tenían la misión de erradicar las cabras. Las cacerías en tierra se completan con la puntería de tiradores de elite que las matan desde helicópteros, aunque este sistema es demasiado caro y solo puede ser utilizado ocasionalmente. Otras especies introducidas y que suponen una amenaza para las endémicas son los cerdos, las vacas, las ratas e incluso insectos perjudiciales para los célebres pinzones de Darwin, en los que se inspiró el científico para esbozar su teoría de la evolución después de su visita de cinco semanas al archipiélago.
Las islas, en donde Charles Darwin desarrolló su teoría de la evolución, albergan a especies únicas en el planeta y fueron designadas en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En el 2007 fueron declaradas por ese mismo organismo como patrimonio en riesgo, debido al daño que generan las especies invasoras, el turismo y la inmigración.
Fuente:
El Mercurio
El Mundo