Volcanes devastadores; Sus efectos sobre la vida en la Tierra Imagen: Foto tomada el 14 de abril en Islandia tras la erupción del volcán Eyjafjallajokull que ha conseguido paralizar el tráfico aéreo del Norte de Europa por una semana | Vía The Hindu
Griegos y romanos lo pensaban así, creían que los volcanes eran los lugares de acceso al inframundo. La realidad es que este inframundo está formado por el manto candente sobre el que se descansan las placas continentales. La tierra tiene 6.000 km de radio y la corteza sólida solo unos pocos kilómetros. Lo que llamamos tierra firme se puede comparar a las galletas que colocamos sobre un buen plato de natillas que sería el manto fundido.
La erupción del volcán Eyjafjallajokull está siendo seguida con gran expectación en los medios, sin embargo si la comparamos con las grandes erupciones ocurridas en la tierra se queda en muy poca cosa.
Hace 74.000 años una erupción miles de veces más potente que la de Islandia, puso en serios apuros a nuestra especie, estando a punto de desaparecer, afectó a todo el planeta cambiando el clima de la Tierra, reduciendo la temperatura en 10°C durante al menos una década. Se trata de la erupción de Toba, un supervolcán de la isla indonesia de Sumatra. La lámina de agua que cubre actualmente la boca del volcán tiene 450 m de profundidad y una superficie de 170 km cuadrados. La distancia de una orilla a otra es de 100 km. El volcán ha reventado varias veces la última de ellas hace 74.000 años, emitiendo a la atmósfera unos 2.500 km³ de materiales magmáticos.
Se puede pensar que tal volumen de cenizas basta para ejercer un efecto sombrilla y conseguir que las temperaturas bajen, pero es otro proceso mucho más importante el verdadero causante de la bajada de las temperaturas. La emisión de dióxido de azufre (SO2), al llegar a la alta atmósfera reacciona con los iones OH de las moléculas de agua y se forman aerosoles de azufre, sustancias que actúan como un espejo reflejando el calor solar al espacio.
Hans Graf, de la universidad de Cambridge, en un estudio recientemente publicado rebajó el nivel de enfriamiento causado por el Toba a 2,5°C, pero incluso esta bajada superan los umbrales de seguridad marcados para el momento actual por el Panel de la ONU sobre Cambio Climático. El IPCC indica que para evitar consecuencias catastróficas las temperaturas no deberían variar más de 2°C.
Hace 74.000 años los Neandertales reinaban en Europa y su territorio se extendía hasta Asia. Nuestra especie comenzó entonces a abandonar África para expandirse por Asia. Pero hace 74.000 años el Toba reventó, la ceniza asfixió a las plantas y colapsó cursos de agua dulce en amplias áreas. Después, el clima se enfrió y se hizo también más seco. El Homo sapiens empezó a pasarlo mal, y nuestras poblaciones se redujeron a unos miles de parejas en zonas de refugio. Los estudios de ADN prueban que la relativa cercanía genética existente en nuestra especie se debe a que venimos de un reducido grupo, este fenómeno es conocido como “cuello de botella” genético, y data de hace unos 70.000 años coincidiendo con la erupción de Toba.
La erupción del volcán Eyjafjallajokull sigue siendo poca cosa comparada con otras erupciones más recientes, por ejemplo en 1783 la erupción del Laki, también en Islandia, acabó con la vida de la cuarta parte de la población de la isla, y sumió a Europa en un periodo de bajas temperaturas.
En 1816 Europa no tuvo verano, el motivo, la erupción del volcán Tambora, también en indonesia.
Recientes teorías apuntan a que el impacto de un asteroide en la península del Yucatán ocurrida hace 65 millones provocó la salida de magma en las antípodas de la colisión provocando la activación de grandes explosiones volcánicas en la India, que en esta época y durante cientos de años llenaron de basalto el subcontinente. Apuntan a que los dos hechos influyeron en la extinción de los dinosaurios.
Hace 250 millones se produjo la gran extinción del pérmico, que se ha documentado como ligada al vulcanismo extremo del planeta.
Por último os pongo una comparativa donde indico el volumen de cenizas en kilómetros cúbicos de las grandes erupciones ocurridas “recientemente” en la Tierra:
- Toba: 2.500 km³
- Tampora: 150 km³
- Krakatoa: 12 km³
- Monte Pinatubo: 5 km³
- Monte Santa Helena: 0,5 km³
- Eyjafjallajokull: (Aún sin determinar pero menor que las anteriores)
Fuente:
Eureka – El apocalipsis de la Ceniza