Un ejemplar de 'Trematomus hansoni', capaz de vivir a temperaturas bajo cero. (Foto: Christina Cheng and Kevin Hoefling)La vida a temperaturas por debajo de los 0º es complicada y para la inmensa mayoría de animales si estas temperaturas hay que soportarlas en el agua el reto es prácticamente imposible. Lo habitual es que la sangre y otros fluidos se congelen; que los cristales de hielo rompan las membranas celulares y que las células se deshidraten, entre otros efectos.
Pero todos tenemos distintos mecanismos para evitar la congelación (el primero, y más sencillo, es evitar las zonas frías), y los nototenoideos tienen uno muy particular.
Las aguas polares registran temperaturas bajo cero, pese a lo cual gran parte del agua se mantiene en estado líquido gracias a su alto contenido salino. En el océano Antártico, los peces nototenoideos son capaces de vivir bajo el punto de congelación (0 grados) con total normalidad.
El mecanismo que utilizan -las proteínas se adhieren a los cristales de hielo en la sangre- funciona sólo hasta los dos grados bajo cero, perfecto para un océano que nunca baja de los -1,9ºC. ¿Pero cuál es el perfil genético que otorga este don a los peces del Antártico?
Christina Cheng, de la Universidad de Illinois, y sus colegas analizaron la expresión genética en tejidos de cuatro órganos de la especie de peces "anticongelantes" más representativa del océano austral, 'Dissostichus mawsoni'.
Como era de esperar, los investigadores hallaron que muchos de los genes que estaban sobreexpresados en esta especie con respecto a las de aguas cálidas tenían relación con la capacidad de soportar ambientes fríos y ricos en oxígeno.
Según los investigadores, los hallazgos podrían servir para comprender mejor los efectos del calentamiento global sobre estos peces.
Fuente:
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/17/ciencia/1224243524.html