Expectación ante el posible hallazgo en Israel, de los fósiles más antiguos de Homo sapiens Imagen: Molar encontrado en el yacimiento Israelí de Quesem | Vía ABC
Pese a ser 28 de diciembre, no se trata de una broma, el año que termina aún nos tiene sorpresas preparadas.
El estudio se ha publicado en American Journal of Physical Anthropology , lleva por título: Middle pleistocene dental remains from Qesem Cave (Israel), y en él participan prestigiosos investigadores, entre ellos el Español Juan Luis Arsuaga.
El estudio realiza un análisis comparativo de varios dientes de homínidos descubiertos en el yacimiento de Quesem en Israel, localizados en los niveles Acheleo-Yabrudienses de la cueva, con un rango cronológico entre los 400.000 y los 200.000 años de antigüedad.
Los fósiles más antiguos de
Homo sapiens moderno son los de Omo I en Etiopía, datados en 195.000 años, y hasta ahora todas las pruebas apuntaban a un origen africano de nuestra especie, que llegó a Europa hace 40.000 años. Encontrar en Israel fósiles de una edad superior a los 200.000 años la teoría del origen africano tendría que revisarse.
Aunque ninguno de los dientes presenta caracteres neandertales, algunos rasgos sugieren afinidades con miembros de su línea evolutiva.
Según Paul Mellars, de la Universidad de Cambridge, es prematuro asignar los restos a fósiles de
Homo sapiens modernos. El experto señaló que es más probable que los restos estén relacionados con los ancestros de los Neandertales. La teoría más aceptada actualmente es que humanos modernos y Neandertales compartimos un ancestro común que vivió en África hace aproximadamente 700.000 años. Un grupo de descendientes migró a Europa y se convirtió en Neandertales, y otro grupo permaneció en África y evolucionó a
Homo sapiens, para posteriormente extenderse por toda la Tierra.
La cronología de los niveles achelenses se estimaron entre 400/382.000 y 200.000 años, por series de Uranio (Barkai, Gopher, Nature, 2003). El yacimiento de Quesem presenta datos relativos a una incipiente tecnología laminar y al uso del fuego.
Los dientes no son indicadores fiables para clasificar a una especie, así que los trabajos en el yacimiento continúan en espera de encontrar más restos que clarifiquen este turbador hallazgo.
Fuente:
Paleorama en Red
ABC
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