Las telas de las arañas primitivas eran capaces de producir telas en hileras prácticamenete igual que las actuales. Esta seda, organizada en hileras, la producían ya entonces con el opistosoma, la región del cuerpo que alberga las glándulas que la generan.
Esta seda se utiliza para crear telas de varios tipos que permite capturar insectos, pero también para hacer una especie de saco en el que embalar la presa, ayudarse en su navegación aérea de un lugar a otro y comunicarse con sus congéneres.
Debido a la importancia de esta seda, los científicos, que publican este estudio en la revista 'Proceedings of National Academy of Science (PNAS)',llevan tiempo buscando pistas sobre el origen de los aparatos de giro para entender la evolución de estos arácnidos.
En este caso, utilizan el fósil de una 'Attercopus fimbriunguis' que fue descubiero en una roca de las Montañas del Sur, en el estado de Nueva York, datada hace 374 millones de años.
El fósil ya fue estudiado en 1989, pero ahora el equipo dirigido por Paul A. Selden ha encontrado evidencias de que junto al fósil hay unas telas de araña que son muy primitivas y que ayudan a entender cómo fue la evolución de este mecanismo productor.
Al hilo de sus hallazgos, los investigadores proponen la creación de un nuevo orden para los arácnidos. Consideran que una modificación en la espita de este araña demuestra un estado primitivo que es anterior al mecanismo genético inactivo que dio lugar a las telas de araña posteriores.
Fuente:
El Mundo